Inspirándose en el concepto de «Omotenashi», Lexus decidió que los ocupantes del LS debían disfrutar de la máxima comodidad posible. Los asientos con funciones de masaje ya llevan un tiempo disponibles. No obstante, Lexus quería que esta función fuera más eficaz que nunca, por lo que consultó a expertos masajistas shiatsu japoneses sobre la cantidad de presión que se debe aplicar, a qué partes del cuerpo y en qué orden. Utilizando esta información, en los respaldos y en los cojines se han integrado cámaras de aire que aplican presión a la espalda y a la zona baja de la cadera para ayudar al pasajero a relajarse tanto física como mentalmente. Tal ha sido el nivel de detalle y atención invertido en este proyecto, que los pasajeros pueden elegir entre nada más y nada menos que siete programas de masaje distintos de 15 minutos de duración.
