29/10/2021
Hay un dicho que asegura que el dinero no da la felicidad pero no nos descubre el qué lo hace. Y lo hemos descubierto en la feria Designblok de Praga de este año, porque allí lo da el diseño.
En concreto el de todos los artistas que se han reunido en la 23 edición y que lleva por título precisamente eso, FELICIDAD. Es el tema elegido por los organizadores tras meses de pandemia. Y es que el pasado año de crisis ha sacado a la luz deseos tan antiguos como la humanidad misma: deseos de felicidad, de una vida sana y plena, y eso suscitó preguntas sobre si estamos sabiendo ser felices.
Y en Designblok se dio respuesta desde el mismo visual de presentación, que se creó capturando un momento en el que la felicidad se simulaba por medios artificiales. Una serie de fotografías de intersecciones aleatorias del vuelo de humanos y flores se convirtió en la base de la composición general. Los momentos fueron capturados en cámara por el fotógrafo Salim Issa y el diseño gráfico resultante del visual fue preparado por Martina Černá del estudio Imagery.
Cada edición, un destacado diseñador checo asume el concepto y el diseño del Designery, el espacio central de Designblok. Este año han sido dos. Después de años anteriores bajo la dirección de Maxim Velčovský, Lucie Koldová o Jan Plecháč, el testigo lo tomaron Eduard Herrmann y Matěj Coufal, ganadores del premio principal de los Czech Grand Design Awards para 2020. Su nuevo enfoque del diseño se expresa por el fenómeno DIY, que, junto con el tema de la felicidad, también se verá reflejado en el Designery de este año.
La feria se desarrolló en el edificio Gabriel Loci en Smíchov y también ocupó dos plantas del Museo de Artes Decorativas de Praga. Además, el programa Designblok incluye tradicionalmente una serie de galerías, salas de exposición y tiendas temporales en la ciudad que hizo las delicias de los visitantes.
