Llamados karesansui (“jardines secos”), los jardines zen son un tipo de jardín tradicional japonés diseñado para la meditación. Con este objetivo en mente, se usan rocas, piedras y arena blanca rastrillada para representar de manera minimalista la belleza de la naturaleza que nos rodea.
Esto proporciona un ambiente sereno y tranquilo, despojado de elementos innecesarios, que permite al observador alcanzar un estado de paz y ahondar en el camino espiritual hacia su descubrimiento interior.
A continuación, te mostramos tres maravillosos jardines zen de la ciudad de Kioto, donde puedes sentarte a meditar (y a descansar de tanto turismo).
Templo Ryoan-ji
También conocido como el “Templo del dragón en paz”, este templo al noroeste de la ciudad tiene el que probablemente sea el jardín zen más famoso no sólo de Kioto, sino de todo el país.
El jardín ocupa 248 metros cuadrados de gravilla blanca rastrillada en la que hay 15 rocas de diferentes tamaños. Las rocas están colocadas en cinco grupos: uno de cinco rocas, dos de tres rocas y un último grupo de tan sólo 2 rocas.
Pero lo más sorprendente de este jardín zen es su composición: no es posible ver todas las rocas a la vez. Y aunque cambies de posición y te muevas por el porche, siempre hay una roca que queda escondida.
Te tocará meditar para crear la imagen completa del jardín en tu mente. Eso sí, es muy popular, con lo que lo de meditar a veces es complicado con toda la gente que hay.
Daisen-in en el templo Daitoku-ji
El templo Daitoku-ji es un enorme complejo religioso, lleno de pequeños subtemplos, situado al norte de la ciudad de Kioto.
De entre los distintos subtemplos con jardines zen que encontrarás aquí, destacamos el Daisen-in por su jardín de rocas, cuya composición se asemeja a las pinturas en tinta china de la época.
El jardín simboliza las diferentes etapas de la vida. Así, en un extremo del mismo, hay una serie de rocas verticales que representan una cascada, es decir, el nacimiento.
De estas rocas surge la gravilla, que siempre representa un río y que en este caso simboliza la vida. En la gravilla hay rocas de diferentes tamaños aquí y allá, que simbolizan los problemas y retos a los que nos enfrentamos a lo largo de nuestra existencia.
Y, al final, el océano de la vejez y el descanso eterno.
Templo Ginkaku-ji
Conocido oficialmente como el “templo de la misericordia resplandeciente”, el templo Ginkaku-ji se encuentra al este de Kioto y presume de unos de los jardines más bonitos de la ciudad.
Y de entre los diferentes jardines que encuentras en el complejo, destaca especialmente el jardín de arena blanca situado al lado del salón principal, todo un ejemplo de la cultura zen.
Apodado “Mar de arena plateada”, este espectacular jardín seco de arena blanca rastrillada es conocido por un cono de dos metros de alto y perfectamente moldeado que a muchos les recuerda al querido monte Fuji.
El cono de arena blanca recibe el nombre de “Plataforma de observación de la luna” y combina muy bien con la belleza minimalista y silenciosa del templo.