LOS SECRETOS DEL IKEBANA

20/05/2020

Los arreglos florales japoneses deslumbran pese a su sencillez.

Ikebana, traducido al español como “flor viviente”, es el arte japonés de realizar bellos arreglos con flores, tallos y hojas, cortadas y situadas en jarrones u otros recipientes.

Los inicios del Ikebana se remontan al siglo VI, cuando el budismo llegó a Japón a través de Corea y China y trajo consigo la costumbre de realizar ofrendas florales frente a los altares de la divinidad. Se cuenta que el sacerdote budista Ono-No-Imoko, disgustado por la forma en la que los sacerdotes hacían las ofrendas florales en el altar de Buda, empezó a realizar trabajos florales que simbolizaban todo el universo. En estos trabajos, las flores y las ramas se dirigían hacia arriba (nunca hacia abajo), y se disponían en grupos de tres para representar la armoniosa relación entre el cielo, hombre y tierra.

 

Evolución del Ikebana

A finales del siglo XV Japón experimentó una gran explosión artística, de la que surgieron movimientos en arquitectura, poesía, teatro, jardinería, etc. En esta época tan rica culturalmente surgieron también distintas escuelas de ikebana, que han ido evolucionando y definiendo sus arreglos desde un punto de vista más tradicional o innovador, fluctuando siempre entre estilos más formales o informales.

En el siglo XIV este arte también experimentó una importante evolución al vincularse con los festivales Shichiseki-Horaku-no-Hana, que se celebraban en los más importantes templos y santuarios. En dicha época, el concurso floral Hana-Awase se unió al entonces ya tradicional concurso de poesía Uta-Awase. En estas celebraciones cortesanos, samuráis y monjes competían por el mejor premio, concursando con flores exóticas o vasijas de delicada belleza traídas de China. Dada la estrechez de las habitaciones de estilo japonés con suelo de tatami, llamadas Tokonoma, donde se exhibían los arreglos florales, estos se hicieron para ser vistos sólo de frente.

 

Ikebana hoy

Por lo general, la estructura de un arreglo floral japonés se construye en base a un triángulo escaleno definido por tres puntos principales, marcados habitualmente por tres ramas que, para algunas escuelas simbolizan el cielo, la tierra y el hombre, y para otras el sol, la luna, y la tierra. El estilo "moribana" (“flores apiladas”), introducido por Unshin Ohara alrededor de 1890, es el más moderno de los existentes, ya que rompe con la estructura triangular clásica, introduce flores importadas más coloridas y se abre a una perspectiva más tridimensional. En este estilo se percibe claramente la influencia occidental en Japón. Los arreglos florales de estilo moribana se realizan en recipientes de unos 7-10 cm de altura de diferentes formas (cuadrada, redonda, ovalada, etc.).

Más información en el libro “Ikebana: el arte tradicional japonés del arreglo floral”, de Keiko Kubo (Gaia Ediciones)

Fotografía de portada bajo licencia Creative Commons: Henry Kellner.