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MICHI NO EKI: LAS ESTACIONES DE SERVICIO DE JAPÓN

De viaje en coche por Japón, el viajero se encontrará frecuentemente con las llamadas michi no eki, que significa literalmente, “estación de la carretera”, por lo que frecuentemente se traduce como estación de servicio.

No obstante, el concepto de las michi no eki japonesas se centra en más que sólo dar servicios básicos a los conductores, intentando ir un paso más allá y ser un lugar de encuentro de toda la comunidad.

El concepto de michi no eki surgió en 1990, cuando durante un simposio en la región suroeste de Japón, se barajó la idea de inspirarse en las estaciones de tren para crear una red de estaciones de carretera. La idea tuvo éxito y tres años después se aprobó la construcción de las 103 primeras michi no eki. En la actualidad, el número supera las 1200.

Objetivos de las estaciones de carretera

El objetivo básico de cualquier michi no eki es proporcionar zonas de descanso, con aparcamiento y aseos gratuitos, las 24 horas del día. Pero no es el único objetivo, puesto que para recibir la licencia de michi no eki se debe contribuir también a la promoción turística de la zona en la que se encuentra el establecimiento.

Por ello, las instalaciones de las estaciones de servicio japonesas son amplias, seguras y en muchos casos con un diseño llamativo pero funcional que pone el foco en la comunidad. En ellas encontrarás tiendas de artesanía y productos locales, pequeños mercadillos con productos agrícolas, puestos callejeros con snacks típicos de la región, restaurantes con distintos platos típicos… Y hasta instalaciones de aguas termales (onsen) de uso común, así como opciones de alojamiento y una variada oferta de ocio. ¡Hay una estación de carretera en Hida (prefectura de Gifu) que tiene hasta un museo de la ciencia!

Así pues, el objetivo principal de estas estaciones de carretera japonesas no es sólo ser un lugar de descanso para los conductores, sino que buscan convertirse también en un destino en sí mismo para los viajeros por carretera. Un lugar en el que los conductores quieran detenerse, no sólo para ir al baño o descansar, sino para aprender más sobre la comunidad en la que se encuentran, disfrutar del paisaje rural, comprar verduras locales o degustar comidas típicas, por ejemplo.

Las michi no eki tienen la posibilidad de revitalizar regiones rurales y dinamizar la comunidad local. Y son, sin duda alguna, una muy buena razón por la que conducir por Japón.

Hub durante desastres y emergencias

Asimismo, las estaciones de carretera japonesas tienen un rol muy importante durante grandes desastres naturales. Sus instalaciones funcionan como centro integral de prevención y como lugar de encuentro de equipos de emergencia. Pero también son fundamentales en la ayuda directa tras un desastre natural, proporcionando espacios de encuentro de la comunidad y suministros de emergencia y ayudando en los esfuerzos de reconstrucción de la zona.

Por ejemplo, durante el Gran Terremoto del Este de Japón de 2011, las estaciones de carretera de Tohoku fueron importantísimas a la hora de responder rápidamente ante el desastre. Se convirtieron en refugios temporales para personas desplazadas y en puntos de información sobre el estado de las carreteras, así como en auténticas bases de emergencia para los equipos de rescate y recuperación de la zona. Lo mismo sucedió durante el terremoto de Niigata de 2004 o el de Kumamoto en 2016.

Y, gracias a ello, las comunidades sienten una conexión especial con sus michi no eki. 

Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo. Texto y fotos:  © Luis Rodríguez y Laura Tomás.