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ONSEN: LOS BAÑOS TERMALES JAPONESES

12/07/2021

Por su situación geográfica, en la confluencia de cuatro placas tectónicas, Japón tiene una importante actividad geotérmica. Y esto conlleva que haya muchísimas aguas termales naturales, que en japonés reciben el nombre de «onsen».

Desde hace siglos, los japoneses disfrutan muchísimo de los onsen, una afición que no ha decaído con el paso de los años, ¡más bien al contrario! Algunas de las fuentes termales naturales más antiguas, como Dogo Onsen (en Matsuyama) o Tsurunoyu (en Nyuto Onsen) tienen más de 3000 años de antigüedad y siguen siendo tan visitadas hoy en día como en el pasado… ¡o incluso más!

 

La cultura del baño en Japón

La pasión que los japoneses sienten hacia los onsen no debería sorprendernos, especialmente si analizamos su cultura del baño. Para un japonés, tomar un baño en casa, al final del día, es mucho más normal o habitual que una ducha.

Y es que, tradicionalmente, para un japonés la hora del baño es otro momento más de su día a día, igual que comer o dormir. Al terminar la jornada, los japoneses se preparan un baño bien caliente en su ofuro, una bañera más pequeña pero más profunda de lo que estamos acostumbrados en Occidente y se limpian, no sólo físicamente, sino casi espiritualmente, deshaciéndose de todas las preocupaciones o problemas del día.

Como curiosidad, el agua de la bañera es compartida por todos los miembros de una misma familia y no debe ensuciarse. Es por ello que antes de entrar en la bañera, los japoneses se duchan y lavan a conciencia en un espacio de ducha abierta situado al lado del ofuro. Y una vez limpios, proceden a bañarse. Así, los japoneses diferencian el espacio y momento para la limpieza del espacio y momento de relajación.

 

Tipos de baños

El ofuro es el baño que se encuentra en las casas. En la gran mayoría de casas, existe un espacio separado para el baño y otro para el lavabo, pero en algunas casas pequeñas, puede que ambos espacios estén juntos, son lo que se llama unit bath.

En el pasado, cuando muchas casas no disponían de amplios baños, aparecieron los sento, los «baños vecinales», pequeños baños con piscinas de agua recalentada. Hoy en día siguen existiendo y son muchos los vecinos que, a pesar de tener bañera en casa, acuden al sento a menudo, para conocer y hablar con otros vecinos y personas de la comunidad.

Pero la estrella de los baños japoneses es, sin duda, el onsen, el baño termal natural. Para que una fuente de agua termal pueda ser considerada onsen tiene que cumplir varios requisitos establecidos por el gobierno. Por ejemplo, su agua debe contener al menos uno de los 19 elementos químicos de la lista oficial del gobierno. Y tener una temperatura mínima de 25ºC, aunque la mayoría superan los 40ºC.

Los onsen suelen estar en zonas de gran actividad volcánica y a menudo tienen baños exteriores, llamados rotenburo.

Etiqueta en el onsen

Todos los baños en Japón funcionan igual. Así, de la misma manera que en casa debes desnudarte y ducharte primero antes de entrar en la bañera, en los baños vecinales y baños termales sucederá lo mismo.

Es por ello que existe una etiqueta que es importante seguir a la hora de visitar un onsen. En primer lugar, hay que comprender que al onsen se entra completamente desnudo. Es por ello que en la gran mayoría de casos los onsen están divididos por sexos y hombres y mujeres disfrutan en salas separadas. No obstante, todavía existen algunos onsen mixtos, perfectos para aquellos que quieran disfrutar del baño conjunto, aunque cada vez hay menos.

Así, al entrar al onsen primero tendrás que dejar toda tu ropa y objetos personales en el vestuario para, a continuación, ir completamente desnudo hasta la zona de baño. Allí, primero debes acercarte a la zona de duchas. En esa zona verás un montón de duchas, cada una de ellas con un pequeño taburete y un cazo de madera o plástico frente a cada ducha, así como un espejo. Siéntate en el taburete y lávate bien todo el cuerpo, la cara y el pelo. Sólo cuando estés completamente limpio podrás pasar a la zona de las aguas termales.

También es habitual que se te entregue una pequeña toallita de forma alargada. Muchos japoneses la usan para cubrirse mínimamente mientras van andando. Y también como una especie de «esponja» que usar en la ducha, para limpiarse bien la espalda, por ejemplo, ya que a la zona de duchas no se lleva ningún artículo de limpieza propio.

Sea como fuere, es importante que esa toalla nunca toque el agua del onsen. Es por ello que verás a muchos japoneses con la toallita doblada en la cabeza, tomando el baño. Y es que el agua del onsen, igual que ocurría en el sento o en el ofuro en casa, tiene que permanecer limpia para todos y esas toallitas, si las has usado a modo de esponja, por mucho que la escurras puede tener restos de suciedad y jabón.

Una vez salgas, lo mejor es que te pongas el yukata, un kimono de algodón comodísimo. Es la manera perfecta de seguir relajado y disfrutar de la experiencia de los baños termales.

 

Los mejores onsen de Japón

Tokio no dispone de demasiadas fuentes de aguas termales naturales. Si viajas con amigos o en familia, el complejo temático Oedo Onsen Monogatari, situado en la isla artificial de Odaiba en la bahía de Tokio, puede ser una gran opción. Dispone de una recreación de la antigua Edo, baños de pies, distintos onsen, salas comunales… todo para pases horas y horas disfrutando de la cultura del baño.

Si quieres algo especial, te recomendamos el hotel Hoshinoya Tokio, que se distingue por ser un «ryokan urbano», un alojamiento tradicional japonés situado en pleno centro financiero de la ciudad, a pocos pasos de la estación de Tokio. Su onsen en la azotea es maravilloso y bien merece una visita.

En Kioto, te recomendamos los onsen de Kurama y Ohara, en las montañas al norte de la ciudad.

Combinar una excursión por sus laderas y templos y santuarios con una visita a sus onsen es perfecto.

En el resto del país, hay muchísimas zonas destacadas por sus aguas termales. La calidad —¡y cantidad!— de los onsen en la isla de Kyushu y especialmente la región de Oita es famosa por todo Japón. Pero también destacan los onsen de la zona de los Alpes Japoneses, la región de Tohoku, la isla de Shikoku o la isla de Hokkaido.

De hecho, dos onsen destacables son Dogo Onsen, a las afueras de Matsuyama (isla de Shikoku), una preciosa casa de baños que inspiró el diseño de la casa de baños de la película de animación El viaje de Chihiro. O Tsurunoyu, en la zona de Nyuto Onsen (región de Tohoku), conocido especialmente por sus baños mixtos en plena naturaleza.

Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo Texto y fotos: © Luis Rodríguez y Laura Tomás.