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TRADICIONES DE FIN DE AÑO EN JAPÓN

19/12/2024

Con la llegada de diciembre, los japoneses se enfrentan a uno de los meses más ajetreados del año, un mes en el que se dedican, casi en cuerpo y alma, a prepararse para la llegada de un nuevo año.

El periodo entre fin de año (omisoka) y Año Nuevo (oshogatsu) es una de las festividades más importantes del calendario japonés. Es una época en la que los japoneses celebran el final y el comienzo del año y, al hacerlo, aprecian la belleza de la impermanencia de las cosas, un concepto budista (llamado mujo, en japonés) muy arraigado en la psique japonesa; y comprendiendo, sin pena alguna, la realidad cíclica del tiempo y de la vida misma, otro concepto verdaderamente budista.

Es por ello que durante el mes de diciembre los japoneses siguen una serie de tradiciones y rituales para prepararse ante la llegada del nuevo año.

 

Osoji, la gran limpieza

Durante las semanas previas a fin de año, los japoneses dedican cuerpo y alma a limpiar la casa. Se trata de una limpieza exhaustiva que obliga a mover muebles, vaciar armarios y limpiar todos aquellos recovecos que normalmente se escapan de la limpieza semanal.

El osoji (“la gran limpieza”) tiene como objetivo no sólo limpiar profundamente la casa para que esté lista ante la llegada del Año Nuevo. Supone también una limpieza mental, una limpieza metafórica de todo lo malo y de todo lo “sucio” que nos acompaña y que puede afectarnos a la hora de comenzar un nuevo año con buen pie. En definitiva, es un auténtico ritual de purificación.

Como curiosidad, esta gran limpieza no sólo se realiza en las casas, sino también en oficinas, escuelas, tiendas y todo tipo de negocios. En este caso, todos los trabajadores del local participan activamente limpiando el espacio a conciencia: se limpian techos y conductos de ventilación, se mueven archivadores y estanterías y básicamente se limpia concienzudamente todo el espacio compartido. 

La bienvenida del año

A pesar de que en Japón el día de Navidad no es festivo, las decoraciones navideñas están por todas partes y, de hecho, los japoneses disfrutan de largos paseos bajo impresionantes iluminaciones nocturnas. 

Pero cuando llega el 26 de diciembre se quitan las decoraciones navideñas para colocar las decoraciones típicas de Año Nuevo. Así, se colocan kadomatsu y shimekazari en la entrada de casas, tiendas y todo tipo de negocios y kagamimochi en alféizares y entradas. Todo para dar la bienvenida a la deidad del Año Nuevo, que residirá en cada casa durante los primeros días del año.

Poco después, sobre el 29 de diciembre, dado que muchas tiendas cierran los tres primeros días del año, es habitual comprar o preparar en casa el Osechi Ryori, la comida tradicional de Año Nuevo, que consiste en decenas de elaboraciones diferentes, todas con una alta carga simbólica para el nuevo año.

En Nochevieja, después de comer toshikoshi soba los japoneses acuden al templo budista a escuchar las 108 campanadas, un ritual llamado Joya no Kane con el que se da la bienvenida al Año Nuevo y a un nuevo comienzo.

Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo. Texto y fotos:  © Luis Rodríguez y Laura Tomás.