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ESPAÑA ES MUCHO MUNDO: LAS MÉDULAS, LEÓN

16/07/2020

Cae el sol sobre Las Médulas. La luz, hipnótica, estalla fulgurante contra los pináculos de arenisca roja de estas montañas leonesas desgarradas por los romanos para extraer oro hace más de dos mil años.

Arde la tierra, dejando ante nuestros ojos un espectáculo visual que vale mucho más que aquel millón y medio de pepitas que sirvieron para engordar las arcas de Roma en la época de Augusto.

Consideradas la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano, hoy sus canales, grutas, barrancos, cuevas y sendas son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y el lugar perfecto para pasar una jornada al aire libre en mitad de la naturaleza, caminando entre robles, encinas y castaños. Estos últimos, también traídos hasta estas tierras por los romanos y emblema de El Bierzo, la comarca occidental leonesa, limítrofe con Galicia, en la que se enmarca este Monumento Natural.

Rutas y miradores para todos los gustos

Más de dos mil hectáreas abarca este entorno paisajístico en el que los vestigios de la explotación –abandonada en el siglo III d.C.– se integran en armonía entre la frondosa vegetación. Pero tranquilo, no hay que recorrer entera toda la Zona Arqueológica de Las Médulas para descubrir esta obra de ingeniería en la que se canalizaba y embalsaba agua sobre la montaña, para que esta se ‘derritiese’ debido a la fuerza hidráulica, y así extraer el oro libre.

Conviene empezar el día con una visita interactiva al Aula Arqueológica, en la entrada del pueblo de Las Médulas, para así llevar bien aprendida la teoría sobre el mundo astur, la conquista romana, los trabajos de explotación y el impacto minero sobre el entorno y la cultura de este paisaje cultural.

Después tocará elegir la senda deseada. La Perimetral, con sus casi 15 kilómetros, es la más completa y empieza con un plato fuerte: la subida hasta el Mirador de las Perdices, donde un banco de madera, con vistas a un desfiladero, nos espera para descansar y recobrar el aliento, pero también para quitárselo a quienes entren a cotillear y poner likes a nuestras fotos de Instagram.

No obstante, es la Senda la de las Valiñas la más popular de todas por ser la más sencilla: un recorrido circular que nos adentra en el corazón de Las Médulas para descubrir hitos de interés como la fuente de la tía Viviana, la Cuevona o la cueva Encantada. Enlaza esta ruta con otro de los senderos recomendados, el que asciende hacia el Mirador de Orellán, la atalaya desde la que admirar el paisaje en todo su esplendor y que es mejor ‘conquistar’ a primera hora de la mañana o última de la tarde, si lo que queremos es captar con nuestro objetivo o nuestras retinas uno de los atardeceres más bonitos de nuestro país.

Completan la experiencia, la corta senda del Lago Sumido, la didáctica senda de Los Conventos y la ruta de los Poblados, para entender mejor el impacto social que las minas tuvieron en el territorio.

Ponferrada y sus alrededores

Utilizaremos como punto de referencia durante nuestra visita a La Médulas la ciudad de Ponferrada, capital de El Bierzo y el municipio más poblado de Castilla y León, sin contar las capitales de provincia.

La urbe, bañada por los ríos Sil y Boeza, es recoleta y accesible, no obstante, bastante empinada si queremos ir andando de la ‘parte baja’ a la ‘parte alta’, la que se abraza a la montaña.

Empezaremos el recorrido por su casco histórico, donde destacan la Basílica de Nuestra Señora de la Encina, la Casa Consistorial de la plaza del Ayuntamiento, la Torre del Reloj y esas casas blasonadas que jalonan sus calles peatonales.

Después tomaremos rumbo al Castillo Templario, que en realidad son dos, los conocidos como ‘el viejo’ y ‘el nuevo’, ya que esta fortaleza militar tardó varios siglos en ser construida, desde el siglo XII con el impulso de la Orden del Temple (tan ligada al Camino de Santiago) hasta el palacio renacentista que alberga en su interior. Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional desde 1924, cuenta con todos los elementos propios de un castillo: foso con puente levadizo, patio de armas, torreones, almenas…

Y no podemos abandonar el municipio sin visitar sus museos más representativos, el Museo Nacional de la Energía: La fábrica de la luz (un recorrido por una antigua central térmica para conocer las distintas etapas de la producción de la electricidad), el Museo del Ferrocarril (donde descubrir locomotoras, vagones y objetos ligados al sector ferroviario) y el Museo de la Radio, que ocupa el edificio conocido por Casa de los escudos y expone una completa colección de receptores de radio de Luis del Olmo, el ponferradino más insigne.

Más allá de la ciudad, El Bierzo es una comarca de bodegas (no te vayas son hacer un alto en el camino en Cacabelos, la capital vitivinicultora de la región), de monasterios (el de Carracedo, el de Vega de Espinareda, etc.) y de pallozas, esas construcciones tradicionales de Los Ancares de planta circular, paredes de piedra y un tejado cónico vegetal rematado en pico.

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