21/12/2022
Bajo este original nombre se esconde un nuevo concepto de casa de subastas, que nace con el propósito de fomentar el arte emergente de calidad y la cultura del coleccionismo entre el público joven. Un proyecto que se basa principalmente en dos ideas: romper ciertas barreras culturales que se han creado en torno al arte contemporáneo y, por otro lado, acercar el concepto subasta al público para mostrar el dinamismo y la diversión que hay detrás de esta forma de venta. Las dos primeras subastas tuvieron lugar en mayo y octubre, y todas comienzan con la exposición de las obras de arte en los días previos.
En esa primera edición se contó con nombres como Studio Lenca, Almudena Romero, Gorka Chillida, Paul Antón y Bea Aiguabella, Eduardo Lalanne, Grason Ratowsky, Sandra Modrego, Clara Cebrián, Pablo Carpio o Monika Gardyla, entre otros. Un soplo de aire fresco en el panorama artístico actual y una de las mejores opciones para aquellos que quieren invertir en arte emergente.
La segunda subasta de Maza estuvo formada por cuarenta y una obras de arte contemporáneo firmadas por los mejores artistas emergentes y semi-establecidos del momento. Una enorme variedad de pinturas, obras en papel, tapices y esculturas de gran calidad artística, que permite al coleccionista encontrar siempre la obra que más le interese. Algunos de los nombres nacionales e internacionales fueron Alejandra Marroquín, María Blanc, Gorka Chillida, Liam Roberts, Sandra Modrego, Alba Galocha, Eduardo Lalanne, Joshua Perkin, Studio Lenca, Joselu Montojo, Anita Suárez de Lezo, Mariona Espinet o Diego Cabezas.
Detrás de Maza.Art está Antonio Yera, que considera que la subasta no ha envejecido bien, se relaciona con arte antiguo, y está dispuesto a “ofrecer a un público joven, piezas de arte contemporáneo creadas por los mejores artistas emergentes y semi establecidos del momento, con precios de salida al alcance de todos y a través de una subasta presencial mucho más dinámica y divertida”.
