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BAJO EL MAR

04/02/2022

Con proyectos como ReefLine ni la mismísima Sirenita tendría motivos para dejar de vivir bajo el mar.

Y es que se trata de un nuevo parque de esculturas públicas subacuáticas de algo más de 11 kilómetros, un sendero de esnórquel y un arrecife artificial ubicado frente a la costa de Miami Beach. El proyecto de arte público ambiental a gran escala ha sido concebido por la creadora de lugares culturales Ximena Caminos, quien ejercerá de directora artística, junto al estudio de arquitectura del premiado Rem Koolhaas, OMA, y en colaboración con un equipo de expertos biólogos marinos, investigadores, arquitectos e ingenieros costeros.

“ReefLine proporcionará un hábitat crítico para los organismos de arrecifes en peligro de extinción, promoviendo la biodiversidad y mejorando la resiliencia costera”, aseguran desde OMA, que se ha encargado de diseñar una unidad modular geométrica de hormigón que se puede desplegar y apilar desde South Beach hacia el norte, siguiendo la topografía del lecho marino. “El rompeolas viviente es el tejido conectivo para el plan maestro general y estará marcado por una serie de instalaciones específicas”.

La escultura de OMA/Shigematsu “explora la naturaleza de la ingravidez bajo el agua. La escalera, un elemento de arquitectura rudimentaria que sugiere direccionalidad y movimiento, se saca de su contexto habitual y se transforma en una locura submarina. Al igual que la formación circular del atolón, una serie de sinuosas escaleras en espiral crean una estructura tridimensional que recuerda a la vida marina. La forma orgánica proporciona zonas en capas para el crecimiento de los arrecifes de coral y espacios intersticiales para la exploración. Las escaleras giran alrededor de un foro central para reuniones y actividades submarinas”. Lo dicho, para quedarse a vivir bajo el mar.