BOM APETITE

02/02/2022

‘De la tierra a la mesa’ es la ruta alentejana definitiva para los amantes del buen comer y del buen vino. Cinco rutas, divididas en 17 recorridos más pequeños, son la mejor guía para conocer de primera mano los sabores de la tierra y todo lo que se esconde tras ellos.

Y es que la gastronomía del Alentejo es alabada, como demuestran Estrella Verde Michelin y una Estrella Michelin otorgada al restaurante Do Esporão de Reguengos de Monsaraz, pero lo que no todos conocen es lo que hay tras de ella: las lonjas, haciendas, bodegas y, sobre todo, las personas que trabajan para llevar la producción y la cocina alentejanas a lo más alto. Ahora, gracias a las rutas enogastronómicas ‘De la tierra a la mesa’, todo aquel que desee empaparse aún más de la cultura de esta maravillosa región tendrá la oportunidad de hacerlo de una manera inmersiva, educativa y divertida.

Participar en la recogida de la aceituna, catar aceites, vendimiar por unas horas, conocer el ciclo del arroz, visitar puestos pesqueros o pasear por los montes donde se crían los animales en libertad son solo algunas de las actividades que ofrecen estas rutas, además de, por supuesto, degustar los mejores productos recién salidos de la tierra.

La Ruta I, Alentejo Litoral, propone descubrir los mejores productos locales del mar, a la vez que se admiran enclaves maravillosos bañados por el océano Atlántico y los ríos Sado y Mira. Ruta II transcurre hacia el sur, entre Mértola y Alvito, y quienes escojan esta ruta o alguno de sus recorridos podrán degustar los afamados quesos de Serpa, aceites de oliva, embutidos e incluso algunos dulces, todo ello acompañado de vinos como como los que se obtienen en las viñas de Vidigueira.

En la Ruta III, por tierras de Alqueva, se podrán visitar algunas de las bodegas y de los restaurantes más premiadas del Alentejo, como el antes mencionado Herdade do Esporão, en Reguengos de Monsaraz. La Ruta IV nos adentra en el Alentejo central e invita a un viaje a través de los sentidos pudiendo probar las mejores compotas, la exquisita repostería del lugar, arroces perfumados e incluso flores comestibles que dejarán huella en todo aquel que las pruebe. Y la última, la Ruta V, será por el norte, kilómetros y kilómetros para descubrir de primera mano la alianza entre el alojamiento turístico y la enogastronomía, que destaca en el norte gracias a los embutidos de São Brás, el café del Centro de Ciencia del Café de Campo Maior y, por supuesto, el vino de las bodegas que pueblan la zona.