Accede directamente a

CARRETERA Y MANTA: PELÍCULAS PARA DISFRUTAR EN EL COCHE

31 /12 / 2014

Hay cosas que se saborean mejor en invierno. Hoy os traemos dos, una buena peli, de las de manta, y una carretera por delante lejos de la ciudad.

Si tú y los tuyos vais a viajar en esta estación, os proponemos este tándem: hacedlo a ser posible en el nuevo Lexus NX300h Híbrido, un soplo de aire fresco en el mundo de los crossover, y no olvidaros de la manta. Solo queda conectar el DVD y disfrutar de alguna de las siete películas que te recomendamos mientras lo mejor del otoño se cuela por la ventanilla.

Cuando Harry encontró a Sally (1989). Rob Reiner

Perfecta para ponerle una sonrisa y una interesante conversación a tu viaje: ¿es posible la amistad sincera entre un hombre y una mujer sin que la cama planee en el ambiente? Ésta es la disyuntiva que se plantean Meg Ryan y Billy Cristal durante doce años, en los que intentan dar respuesta a un dilema que quizás no la tenga. Un homenaje al tan maltratado género de las comedia romántica. De fondo, Nueva York, con algunas escenas otoñales muy evocadoras. Mención aparte merece el fingido orgasmo de Ryan en la cafetería, genial para recordarlo en primavera, verano, otoño o invierno.

Sonata de otoño (1978). Ingmar Bergman

Más allá de su título en castellano, que ya de por sí justificaría su entrada en esta lista, Sonata de otoño es una deliciosa expresión cinematográfica de lo que para muchos supone esta estación. Se trata de una cinta melancólica, dura y amarga, en la que el director sueco esculpe un ensayo sobre la condición humana, su capacidad –en este caso incapacidad- para amar, para generar rencor o para asumir la enfermedad y la muerte. La historia es sencilla: una famosa pianista (Ingrid Bergman) se reencuentra con su hija tras siete años sin verse. A partir de ahí, saldrán a la luz sentimientos enquistados durante muchos años, viejos rencores de infancia y odios entre una hija y una madre cuya frialdad se parece bastante… a la del otoño. Y de fondo: Chopin, Bach, Händel…

El bosque (2004). M. Night Shyamalan

Pocas imágenes se relacionan más con el otoño que un bosque de árboles casi desnudos y alfombra de hojas. Y éste es exactamente el decorado de esta película del siempre sorprendente Shyamalan, que fue alabada y denostada a partes iguales. Obra maestra del thriller de miedo para algunos, paranoia indescifrable para otros, es una peli más de noche que de día, pero siempre de manta. Fría y perturbadora, cuenta la historia de un idílico pueblo de Pennsylvania, cuyos habitantes viven atemorizados por los extraños seres que habitan el bosque que les rodea. Te vas a tapar… incluso la cara a veces.

Otoño en Nueva York (2000). Joan Chen

No pasará a la historia del séptimo arte, pero esta película te permitirá recostarte en el asiento y disfrutar de un bucólico paseo por Central Park en su mejor estación. Él es Richard Gere en el papel de maduro seductor incapaz de enamorarse hasta que se cruza ella, Winona Ryder, una veinteañera que sucumbe a sus encantos. Pero el cuento, aunque romántico, no es de hadas: la chica tiene una enfermedad terminal. Te avisamos para que prepares pañuelos. No te vas a resfriar en tu paseo otoñal por la gran manzana. Pero vas a llorar.

Donde viven los monstruos (2009). Spike Jonze

Una fantasía perfecta para un viaje en familia. Se trata de la adaptación cinematográfica del famoso libro infantil que Maurice Sendak publicó en 1963. Es la fábula del pequeño Max, un niño sensible y rebelde que una noche, tras discutir con su madre, se embarca en un fantástico viaje que le llevará al lugar donde viven los monstruos, para convertirse en su líder. No es cine infantil, pero a los niños les gustará. Y a ti verlos tranquilos en el coche un par de horas.

Hacia rutas salvajes (2007). Sean Penn

Durante dos horas y media, esta fantástica película te permitirá desplazarte a lo largo y ancho de EE.UU sin moverte del asiento. Tras acabar la universidad, Christopher McCandless (al que da vida Emile Hirsch), decide renunciar a su vida acomodada y a su prometedor futuro, coger la mochila, entrar en contacto con la Naturaleza y, de paso, consigo mismo. Sube la temperatura del asiento y disfruta de su llegada a la hostil y fría Alaska. Está basada en una historia real, adaptada al cine por Sean Penn.

Fargo (1996). Los hermanos Coen

Si hay una película que disfrutar bajo una manta, esa es Fargo. Y es que una hora y media viendo los paisajes nevados de Minnesota dejan helado a cualquiera. Es la historia real de un vendedor de coches endeudado hasta las cejas, que contrata a dos matones para que secuestren a su esposa y así poder cobrar un copioso rescate a costa de suegro. Este suceso, llevado con maestría a la pantalla grande por los hermanos Coen, es una de las películas indispensables en su filmografía, una cinta de culto para todos los seguidores de esta pareja de directores clave en la historia del cine moderno. Martin Arias.