23/09/2025
Málaga vive un momento dulce gastronómicamente, con una gran concentración de restaurantes de gran nivel. Sin embargo, en muchos casos, cuesta que restaurantes de cocina moderna, que actualizan el recetario tradicional, tengan tracción.
Un ejemplo satisfactorio de esta actualización del recetario malagueño es Cávala, a los mandos del chef Miguel Ángel Mayor, que aporta además frescura e influencias diversas para hacer de la comida un disfrute excepcional.
De Málaga a Barcelona y vuelta, pasando por Escocia
Miguel Ángel Mayor es un barcelonés de raíces andaluzas que pasó en Málaga varios años de su infancia. A lo largo de su trayectoria ha trabajado con grandes nombres como Ferran Adrià en ElBulli o Andoni Luis Aduriz en Mugaritz, para luego volar solo en Sucede, Valencia, donde logró una estrella Michelin en 2017.
La pandemia truncó el despegue de su restaurante y el chef acabó en Reino Unido, donde pasó varios años que le marcaron, especialmente su tiempo en Escocia. De aquellos años ha traído referencias e influencias de productos de allí, como el haggis o el whisky escocés, que incorpora a sus platos de manera notable, elevándolos y dándoles un toque único.
El chef, además, gracias al gran espacio con el que cuenta, quiere hacer encuentros especiales en una “mesa del chef”, para unas pocas personas.
Un restaurante total
Uno de los grandes atractivos de Cávala es su interiorismo, porque nada más entrar te encuentras transportado a un lugar especial, con las mesas suficientemente separadas para tener todas su privacidad, una maravillosa cocina vista y una bodega sin igual con un sinfín de referencias, de las que muchas se ven en las vitrinas especialmente diseñadas para el espacio del restaurante. Su interesante —aunque corta— carta de cócteles para el aperitivo son una forma genial de comenzar la visita.
Sin embargo, todo esto quedaría en un segundo plano si la cocina no estuviera a la altura, tarea que Mayor cumple con sobrada solvencia, con dos menús degustación donde destaca su 8, un sándwich de merengue, atún rojo y huevo frito que es un recuerdo de infancia de cuando iba al cine de verano. Este plato es uno de los pases de una de las secuencias del menú y resulta adictivo, con muchos clientes que piden un extra antes de los postres.
Los menús comienzan con un tour de force creativo de alto nivel, con pequeños bocados que son guiños a platos típicos de Málaga, como la gilda malagueña, el pescaito frito y queso o la zanahoria en escabeche. Luego, otros pases como la deliciosa palmera de bogavante son un guiño a un dulce muy popular en Málaga pero con producto de mar de primera calidad. Los mar y montaña, tan típicamente catalanes, también tienen su reflejo en su ostra con manitas de cerdo, que es un bocado untuoso y contundente donde la mezcla, pese a su aparente contradicción, funciona a la perfección.
Sus pases de salmón, con huevas de salmón y la aleta son también sobresalientes, aunque sin duda un plato que queda para el recuerdo es el ravioli de haggis, un plato humilde escocés que recuerda en cierto modo a la morcilla de arroz española, que va perfumado con whisky Lagavulin de 16 años, que le aporta un curioso aroma a turba que eleva un plato de por sí redondo.
Datos de Cávala
Cávala
Alameda de Colón, 5
29001 Málaga
Reserva: Cávala