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CELEST, UN RESTAURANTE DE ALTURA

10/01/2025

Celest es el nombre del nuevo restaurante y bar gastronómico ubicado en lo alto del rascacielos de Rotterdam De Zalmhaven, la torre más alta del Benelux, que además ofrece una experiencia culinaria única inspirada en una historia de 1835. 'La incomparable aventura de Hans Pfaall’ es un relato de Edgar Allan Poe sobre un residente de Rotterdam que viaja a la luna en un globo aerostático casero. Esta historia, uno de los primeros relatos de ciencia ficción del mundo, sirvió de base para el diseño de interiores del estudio de arquitectura Doepel Strijkers. Con elementos como los espectaculares 'moon pods' (espacios íntimos para cenar) y un impresionante globo lunar digital que mide 2,5 metros de diámetro, Celest lleva a sus huéspedes a un viaje culinario que trasciende lo común.

Bajo la dirección del chef Lars Drost, ex director del restaurante Ciel Bleu, galardonado con dos estrellas Michelin, Celest ofrece un menú que combina ingredientes locales con técnicas internacionales. "Trabajamos en estrecha colaboración con pescadores, agricultores y productores locales para obtener los mejores productos de temporada", dice Drost. "Nuestros platos son ligeros, puros e innovadores, con sabores sorprendentes que los huéspedes no han experimentado antes".

"Celest" significa celestial. La idea del cielo está profundamente arraigada en nuestra lengua y cultura y evoca imágenes de grandeza, belleza y misterio. Estimula nuestra imaginación y nos da la sensación de vivir algo extraordinario. El logo de Celest combina el estilo del siglo XIX con elementos modernos. El globo aerostático, como elemento principal del logo, tiene una forma sencilla que recuerda a los grabados del siglo XIX, mientras que el nombre está escrito con una tipografía clara y contemporánea.

En Celest, los visitantes podrán disfrutar de platos culinarios de alta calidad, un servicio excelente y una impresionante vista de 360 grados de Rotterdam. La experiencia en este lugar informal, elegante y animado será un viaje inmersivo que comienza en la planta baja, tan pronto como los visitantes suben al ascensor y, como Pfaall, emprenden el viaje a la luna. Una vez que llegan al piso 57, a una altura de 185 metros, los visitantes descubren una atmósfera encantadora en forma de paisaje lunar. Un piso más arriba, a 190 metros donde se ubicará la zona del restaurante, el juego de luces entre el sol y la tierra se entrelaza en el diseño. El interior cambia gradualmente de las frías auroras boreales al cálido resplandor del sol poniente. Es el mundo ficticio del residente de Rotterdam Hans Pfaall, pero en un entorno moderno.