10/01/2022
Sí, porque ahora, esa letra del alfabeto ya está vinculada a la capital de Italia. ¿Cómo? En forma de hotel a través de la cadena W, que ha elegido Roma para estrenarse allí. Y están destinados a hacerse aún más eternos uno al otro.
El hotel, de 162 habitaciones, ocupa dos palazzos contiguos del siglo XIX, y se dispone a redefinir la escena de la hotelería romana en pleno corazón de la Ciudad Eterna, en Via Liguria, junto a la Plaza de España. Diseñado por la firma Meyer Davis, el hotel mezcla la tradicional arquitectura y patrimonio cultural de la ciudad con una cautivadora y glamourosa interpretación del diseño romano, "inconfundiblemente W”.
"W Roma es el primer Hotel W que abre en Italia, aportando su inconfundible visión del lujo moderno y social a la escena hotelera de la ciudad", afirma Candice D' Cruz, vicepresidenta de las marcas de lujo de Marriott International para Europa, Oriente Medio y África. "W Roma es un destino en el que los viajeros de lujo internacionales se encontrarán con lo inesperado, desde inolvidables experiencias gastronómicas hasta un cuidado diseño enraizado en la historia y la cultura de la ciudad."
Una ecléctica mezcla de colorido mobiliario de piel se une a las paredes de piedra que representan el pasado del edificio, mientras que las superficies reflectantes le aportan un toque moderno y contemporáneo. Los huéspedes serán recibidos en el hotel por el W Lounge, que cuenta con una impresionante claraboya y una vidriera decorada que inunda de luz este amplio espacio. Las áreas de descanso están rodeadas de elegantes piezas de arte y esculturas sobre un suelo de mármol negro y gris.
Las 147 habitaciones y 15 suites han sido diseñadas para que los huéspedes se sientan como si estuvieran en su propio apartamento de lujo en la ciudad, contando muchas de ellas con balcones y terrazas privadas con espectaculares vistas de la ciudad, algunas a lugares tan emblemáticos como el Istituto Svizzero. Presentan también grandes ventanales de suelo a techo, envueltos en cortinas de terciopelo rojo vino, y suelos de madera con patrón de espiga que conducen a modernos baños realizados en mármol. Impregnados del pasado, presente y futuro de Roma, los irresistibles interiores intercalan llamativos y atrevidos bloques de color y arriesgados estampados gráficos en un chispeante naranja, un rojo dramático y un brillante verde con el auténtico e inconfundible encanto del palazzo.