07/01/2022
Hay curvas peligrosas y luego están las de Glazy Chair. Chic y glamour elevado a la enésima potencia.
Una delicia con patas (cuatro en concreto) que llega de la mano de la firma de mobiliario Royal Stranger para convertir cualquier salón en un espa-cio divertido de colores (si te haces con más de una).
Las líneas redondeadas y curvas definen su asiento, respaldo y patas. Es una pieza irresistible donde la tapicería aterciopelada se combina de manera divertida con un acabado posterior acristalado. Glazy Chair es la guinda del pastel de sus diseños de interiores.
Es tan original que tiene su propia receta, solo apta para designer lovers: dos galle-tas por respaldo; 265 gramos de tapizado de terciopelo suave y superfino; dos cucharaditas de curvas maravillosas; tres gotas de esmalte bien brillante para el acabado posterior de las galletas; 125 gramos de alegría en polvo. Se sirve y se disfruta con los seres queridos.
Se presenta en varios (y atrevidos) colores, para que no haya excusa a la hora de apostar por un universo nuevo en lo que a decoración novedosa y elegante se refiere.