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EL CAFÉ DE LOS CISNES

26/02/2020

La diseñadora Yukiko Kitahara trae aires japoneses a La Cartuja de Sevilla.

La Cartuja de Sevilla celebra una nueva colaboración de excepción para la artesanía: la creadora japonesa Yukiko Kitahara interviene sobre la clásica vajilla Ochavada con su imaginario figurativo animal, el cual suele aparecer donde hay asas y otros gestos de su porcelana, creando sorprendentes figuras que nos recuerdan a un arte de “readymade” inmaculado en porcelana blanca.

En esta ocasión la belleza del cisne, presente en clásicos calcos de paisajes oníricos en las vajillas de La Cartuja, se hace sobresaliente con el arte y técnica de Yukiko Kitahara y uno de los animales protagonistas de aquella forma de exotismo. Kitahara es una experta ceramista japonesa afincada en Sevilla desde 1994, y ya en 2016 fue reconocida con el Premio Nacional de artesanía.

Como el fundador de La Cartuja, Charles Pickman, emprendedor inglés que decidió emplazar su empresa de fabricación con loza en Sevilla en 1841, Kitahara desde Japón, también se vio atraída por Andalucía para desarrollar desde ahí su arte. En su trabajo y para el uso de la porcelana blanca busca llegar a lo esencial bajo el leitmotiv “Teinai na seikatsu”, vivir con esmero, una filosofía que invita a la pausa, a crear un momento de armonía y conexión con nuestro interior y lo que nos rodea de manera equilibrada. Algo que entronca perfectamente con la propuesta de La Cartuja de Sevilla de hacer extraordinario el día a día.

Yukiko es descendiente de una familia de maestros cocineros en Tokio que le transmitieron la importancia de la vajilla en la cocina japonesa, con especial atención al vínculo del plato con la comida y de su disfrute pausado con los cinco sentidos: Primero con la mirada, la composición, la relación del plato con la comida… Esta colección, Odette, para el té -cuya ceremonia esencial asiática y europea están indisolublemente unidas a la cerámica- se ha creado sobre su forma más especial y siempre moderna, Ochavada, diseñada en 1841, con la intervención de Yukiko Kitahara y acabados en oro pintado a mano.