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EL MUSEO DE TRENES DE NAGOYA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA INNOVACIÓN FERROVIARIA

20/12/2023

Nagoya es un destino de paso para muchos turistas, por su situación geográfica, ya que todos los trenes bala entre Tokio y Kioto paran aquí. Con la apertura del Parque Ghibli cada vez son más los turistas que deciden dedicar unas horas más a esta ciudad. Y una vez en ella, se pueden descubrir muchos más lugares, como por ejemplo su museo de trenes de Nagoya, llamado oficialmente SCMaglev and Railway Park.

En este maravilloso museo ferroviario es posible hacer un viaje por el pasado, presente y futuro de la innovación ferroviaria de Japón. Y entender cómo un país que llegó tan tarde al mundo del ferrocarril ha sido capaz de innovar hasta situarse a la vanguardia mundial de este sector.

Símbolos de la alta velocidad: el orgullo japonés

La primera sala del museo, por la que entran todos los visitantes, es sencilla ya que sólo cuenta con tres vehículos expuestos, ¡pero vaya tres vehículos! Todos ellos batieron récords de velocidad en diferentes momentos de la historia.

Entrar por aquí hace que el visitante entienda el orgullo que los japoneses sienten ante su innovación ferroviaria y cómo ésta ha ido evolucionando con el paso de las décadas. Porque primero hay una locomotora de vapor de la clase C62 que batió el récord mundial de velocidad para una locomotora de vapor en vía estrecha en 1954, cuando llegó a los 129 km/h.

El siguiente vehículo es uno de los coches de cabeza del prototipo de shinkansen o tren bala 300X. Este tren se usó para probar tecnologías e incorporarlas luego a trenes en servicio. Y, en 1996, batió un récord de velocidad al llegar a los 443 km/h.

En tercer lugar puedes ver (y hasta entrar) en un coche de cabeza del maglev MLX01. Este tren de levitación magnética logró dos récords, en 1997 y 1999, de 550 km/h con un tren de tres coches y de 548 km/h con una composición de 5 coches, respectivamente. Curiosamente, el récord ya no permanece, porque el maglev que se está construyendo actualmente en Japón alcanzó en 2015 los 603 km/h. Seguro que, de aquí a unos años, este nuevo maglev tendrá cabida en esta sala.

El gran salón: el pasado y el presente

Tras visitar la sala de los símbolos de la alta velocidad, el viajero se encuentra con el gran salón, donde hay una colección impresionante tanto de trenes históricos como contemporáneos. Entre los históricos hay coches de líneas urbanas que cambiaron la faz de las grandes ciudades cuando las líneas de tren comenzaron a electrificarse, así como coches de cabeza de expresos limitados que permitieron bajar los tiempos de viaje entre ciudades, vertebrando así el país gracias al tren.

Pero, sin duda, la estrella de este gran salón es la zona de trenes bala o shinkansen, donde se pueden ver coches de cabeza de trenes bala que circularon por las líneas Tokaido Shinkansen y San’yo Shinkansen, aunque ahora estén retirados.

Así, tienes un coche de la serie 700, otro de la serie 300 que, además, fue el prototipo luego reconvertido para uso comercial, dos coches de la serie 100 muy interesantes, porque el segundo es de dos pisos, de cuando esta serie tenía coche comedor, con la cocina en el piso inferior y el salón comedor en el superior (al que se puede entrar, además). Y, por supuesto, verás un coche de la serie 0, el shinkansen original que asombró al mundo cuando conectó Tokio con Osaka en 1964, 10 días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.

Como curiosidad, detrás de ellos hay un coche de cabeza de un Doctor Yellow basado en el tren bala de la serie 0, un tren de diagnóstico muy querido por los fans de los trenes, con el que te puedes hacer una foto con la fecha de tu visita al museo.

La sala del maglev

En la planta superior hay muchas cosas que ver, pero resulta especialmente interesante la sala del maglev o tren de levitación magnética, que lleva años con pruebas de diversos prototipos en un tramo especialmente construido para ello en la prefectura de Yamanashi. Este tramo será parte de la futura línea Chuo entre Tokio y Osaka, cuando ambas ciudades queden conectadas en tan sólo 67 minutos. Pero primero el maglev llegará a Nagoya en 2027, si los plazos se cumplen, conectando Tokio con Nagoya en únicamente 40 minutos, viajando a 505 km/h.

En esta sala, aunque de pequeño tamaño, tienes una pequeña reproducción del interior de un coche del maglev y explicaciones técnicas de la tecnología y maquetas de todos los prototipos que se han ido probando a lo largo de los años.

El museo cuenta con muchos otros coches preservados, dioramas, simuladores y exhibiciones de aspectos técnicos para aprender cómo funciona una línea de tren, que hacen las delicias de niños y mayores. Pero, sin duda, es un ejemplo perfecto de innovación japonesa a lo largo de los años.

Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo. Texto y fotos:  © Luis Rodríguez y Laura Tomás.