19/07/2021
La residencia de verano del Marqués de Santa Coloma, una masía del siglo XVIII, es el lugar perfecto para albergar un hotel de lujo.
El Hotel Torre del Marqués se encuentra ubicado en una emblemática masía del siglo XVIII. El edificio perteneció al Marqués de Santa Coloma, título creado por Carlos II en 1684 y concedido a Sebastián de la Torre y Borrás. Sus descendientes solían utilizarla como residencia de verano. Una casa noble, parcialmente fortificada, con capilla y espectaculares vistas. Mucho antes, en 1090, el terreno que pertenece a la finca fue escenario épico de la Batalla de Tévar, protagonizada por El Cid. Según los documentos históricos, esa disputa entre el Campeador y el conde de Barcelona Berenguer Ramón II tuvo lugar en la ladera de la Sierra de la Molinera, muy cerca de donde hoy se sitúa la masía. Un pasado histórico que aporta carácter a las tranquilas tierras de la Torre del Marqués, donde la naturaleza parece olvidarse del paso del tiempo.
Un entorno histórico
Cuidadosamente restaurada, concebida bajo un diseño actual y concienciada con el medio ambiente, perteneciente al sello Small Luxury Hotels, emerge como una opción sostenible y de lujo en mitad de un paraje secreto para los huéspedes más exigentes. El establecimiento se encuentra en una finca con más de 150 hectáreas, escondida entre montañas, rodeada de olivos, viñedos y almendros. Cuenta con diferentes zonas donde sus huéspedes pueden conectar con el entorno natural, desde rutas por la naturaleza, diferentes espacios al aire libre habilitados con mesas donde deleitarse con un buen vino de la tierra, piscina exterior con una temperatura constante de 32ºC o zonas de avistamiento de estrellas. Sus 18 habitaciones exclusivas están diseñadas para aprovechar al máximo la luz natural y apreciar las hermosas panorámicas del entorno. La decoración, actual y delicada, donde los materiales de la zona cobran protagonismo, busca mimetizarse con el entorno.
Gastronomía autóctona
El restaurante del hotel ofrece una propuesta gastronómica en la que tradición y vanguardia se fusionan para sorprender a los amantes del buen comer y del buen beber. Utiliza productos ecológicos de su propio huerto y de kilómetro cero, apoyando a los productores locales y obteniendo así las mejores materias primas. Panes, carnes, aceite de oliva, embutidos, trufas, setas y vinos, la comarca del Matarraña se caracteriza por sus alimentos de inconfundible calidad, haciendo de su gastronomía una de las más irresistibles al paladar. Además, el establecimiento alberga una bodega con referencias de vinos de la zona.
Bienestar y naturaleza
El hotel dispone de una SPA totalmente privatizado y desinfectado, para que cada unidad familiar pueda disfrutar de este servicio de una manera 100% segura. Entre sus espacios destacan la zona de aguas, jacuzzi, baño turco, sauna y cabinas de tratamiento y masajes con productos firmados por Natura Bissé. El Hotel Torre del Marqués también organiza diversas actividades al aire libre, donde los huéspedes podrán disfrutar de un entorno seguro en espacios sin masificaciones: rutas de senderismo por las aguas cristalinas del Parrizal de Beceite o el Salt de la Portellada, visitas culturales a pueblos medievales como Valderrobres o Calaceite, catas de vino y aceite de oliva de la zona o picnics y cenas secretas individualizadas en parajes espectaculares. A 15 minutos del hotel, se encuentra una histórica denominación de origen vinícola; y a tan solo 60 minutos, las cálidas playas mediterráneas del Delta del Ebro, paraíso ornitológico europeo.