21 /12 / 2015
La galería londinense Hamiltons y su propietario Tim Jefferies vuelven a arrojar luz sobre la fascinación de Irving Penn por las flores y su legado fotográfico cuya técnica era la vida.
En 1967, el director de arte Alexander Liberman encargó a la lente de Penn una serie bodegones florales para la edición de diciembre de Vogue USA. El influyente creador de imágenes utilizó su claridad compositiva evitando el sentimentalismo tan comúnmente asociado a las flores para tratar el tema desde un enfoque marcado en la estructura, la textura, la paleta y la función anatómica.
Tratadas con un esmalte de rocío como si se hubieran arrancado espontáneamente de un campo eflorescente, las imágenes son el resultado de un austero esplendor botánico a base de tulipanes maduros que sorprenden por su belleza poco convencional extendidas a doble página. Tan exitosa fue la serie que Penn llegó a fotografiar siete más mostrando una especie de selección por año - de amapolas a peonías, lirios y rosas-, que aparecieron en números consecutivos de Navidad de Vogue hasta 1974 y que finalmente culminó en un libro titulado, Flores [1980].
La exposición ahonda en la inspiración detrás de la lente de Irving Penn. Se trata de una serie fotográfica de calidad de museo que consta de 40 grabados en su totalidad. Una serie que fue iniciada por encargo pero que Penn continuó fotografiando hasta su muerte en 2009. Hamilton ha sido representante exclusivo de Penn en el Reino Unido durante más de un cuarto de siglo y esta es la tercera vez que ha contado con el privilegio único de presentar toda una serie impresa por el legendario fotógrafo que ha dado como resultado un precioso libro de tapa dura. Sobre la evolución de la naturaleza muerta técnica de la fotografía de Penn tuvo mucho que ver su formación temprana en los viejos maestros de la pintura y la escultura que influyeron definitivamente en su evolución como fotógrafo. Irving Penn: Flowers se podrá visitar en Hamiltons Gallery hasta el 16 de enero.