14/06/2022
Fundada en 1904 por Kuniji Hoshino, Hoshino Resorts es una empresa hotelera que busca el lujo y la exclusividad, pero desde el punto de vista japonés, con un gran servicio de atención al cliente y, siempre, de manera respetuosa con las comunidades locales donde construyen sus hoteles.
La empresa abrió su primer resort en la zona de aguas termales de Karuizawa en 1914. Y ya sentó las bases para el futuro de la compañía: aunar lujo y tradición japonesa pero siempre mostrando un claro respeto hacia el entorno.
Por ello, todos los alojamientos de Hoshino Resorts se decantan por el uso de productos locales orgánicos en sus restaurantes y por intentar ser autosuficientes en cuanto a su uso de energía. Pero también colaboran y luchan con las comunidades locales para preservar desde semillas locales a recetas autóctonas o técnicas de construcción específicas de la zona.
Y todo ello bajo el paraguas de un lujo que busca la excelencia en la tradición japonesa y una gran hospitalidad u omotenashi. No es de extrañar, pues, que Ichiro Kubota, chef del restaurante de Hoshinoya Kyoto, ganara una estrella Michelin en 2021. O que Noriyuki Hamada, chef ejecutivo del complejo en Kanazawa y posteriormente del restaurante de Hoshinoya Tokio quedara medalla de bronce en el Bocuse d’Or 2013, por ejemplo.
Hoshino Resorts tiene actualmente varias marcas con estrategias y públicos muy diferenciados. Hoshinoya es su marca más emblemática, todo un exponente del lujo y la tradición japonesa. De entre todas las propiedades bajo la marca Hoshinoya, destaca el original Hoshinoya Karuizawa, en el que se combinan elementos tradicionales de los balnearios japoneses con toques modernos de una empresa de categoría.
Pero también Hoshinoya Kyoto en la zona de Arashiyama, cerca del famoso bosque de bambú. Hoshinoya Taketomi Island y Hoshinoya Okinawa, en Taketomi y la isla principal de Okinawa respectivamente, con arquitectura y diseño local. Curiosamente, fueron los habitantes de la isla de Taketomi los que escribieron a la empresa para que hiciera un resort allí, porque confiaban en que respetarían las tradicionales locales, como así fue. También cuenta con Hoshinoya Fuji, con maravillosas vistas del monte Fuji y Hoshinoya Tokio, que ofrece una estancia tradicional de lujo con onsen en pleno centro de Tokio.
Fuera de Japón, destacan los alojamientos en Bali y Guguan.
Otra marca de Hoshino Resorts es KAI. Se diferencia de las propiedades Hoshinoya por su estrategia de desarrollo: la marca busca propiedades existentes en zonas de baños termales y las restaura siguiendo esa mezcla de tradición y modernidad.
Un ejemplo perfecto es Kai Kaga, un balneario original del siglo XVII en la zona de Kaga Onsen (cercana a Kanazawa) que Hoshino Resorts renovó y recuperó. Otras propiedades de la marca Kai las encontramos en Hakone, Beppu, Yufuin, Yamashiro Onsen, Tamatsukuri Onsen o Kinugawa Onsen, entre otros muchos lugares.
Bajo la marca Risonare, Hoshino Resorts busca alojamientos modernos y elegantes que sean atractivos para las familias. De hecho, en este tipo de hoteles, Hoshino Resorts suele ofrecer muchas actividades para toda la familia, como manualidades, tomar té en una casita en el árbol o actividades deportivas.
Destaca Risonare Atami, donde se puede disfrutar de aguas termales, piscina, y muchísimas actividades para niños. O Risonare Tomamu, perfecto para los amantes de la nieve y el esquí. También encontramos Risonare Nasu, para los apasionados de la naturaleza, Risonare Yatsugatake, para los que quieran explorar la región vinícola de Yamanashi y Risonare Kohamajima, para los que busquen diversión en Okinawa.
Otra marca interesante es Omo que se usa para hoteles de “turismo urbano”. Es decir, hoteles que tengan una ubicación céntrica y bien conectada que te permitan explorar y descubrir las maravillas de la ciudad.
De hecho, la filosofía de Omo es que el barrio en el que se encuentra el hotel forma parte también del propio resort. Por ello, desde estos hoteles se ofrecen rutas gastronómicas, paseos a pie, quedadas para hacer turismo o ir de compras… En este caso, más que nunca, la cooperación de la comunidad local es esencial.
Alojarse en un Omo es compartir tiempo con la gente del barrio y descubrir con ellos las joyas ocultas que se esconden en sus calles… ¡toda una experiencia!
Existen 12 destinos en los que te puedes alojar en un Omo, entre los que destacamos los alojamientos en Tokio (en Otsuka y Akasaka), en Kioto (en Gion, Sanjo y Toji), en Osaka (Naniwa), en Kanazawa y hasta en Naha. Pero también en Asahikawa, Otaru, Sapporo y Kawasaki.
Y finalmente, otra marca interesante es BEB, una serie de hoteles para ir con amigos, ideales para pequeñas escapadas en grupo en Karuizawa, Okinawa y Tsuchiura.