13/02/2023
La gastronomía tradicional japonesa, llamada en japonés washoku, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2013.
La organización destacó las «competencias prácticas, tradiciones y conocimientos vinculados a la producción, tratamiento, preparación y consumo de alimentos [...], unido a un principio esencial de respeto de la naturaleza que está estrechamente vinculado al uso sostenible de los recursos naturales» como aspectos a tener en cuenta en la comida washoku.
La cocina washoku se ejemplifica en la alta cocina tradicional kaiseki ryori y especialmente en las tradiciones del osechi ryori, la comida de Año Nuevo. Aunque sus prácticas se extienden a la elaboración de comida diaria, en las casas.
No obstante, en un simple paseo por las calles de Dotonbori (Osaka) o por cualquier pueblo en época de festivales, te darás cuenta de que la gastronomía japonesa es mucho más amplia, con un montón de tapas, snacks y platillos con todo tipo de elaboraciones, perfectas para acompañar una cerveza o un buen sake.
Dejamos aparte elaboraciones como el ramen o los cuencos de arroz donburi para centrarnos en pequeñas preparaciones, en porciones individuales o para compartir, que no puedes perderte en tu próximo viaje a Japón.
Takoyaki
Estas bolitas de masa con un trocito de pulpo dentro son el símbolo de la ciudad de Osaka y uno de los street foods más populares de todo Japón.
Según parece, se inventó en un puesto callejero de Osaka en 1935 y poco a poco se ha ido popularizando por todo el país, primero en la región de Kansai (donde se encuentra Osaka) y hasta la región de Kanto (donde se encuentra Tokio).
Ver a los cocineros elaborar takoyaki es todo un espectáculo. Vierten la masa, hecha de harina, agua y huevos, en unas planchas especiales con forma de huevera. Colocan un trozo de pulpo hervido en el centro de cada bolita y añaden algo más de masa, dejando toda la plancha cubierta. Y, con maña y mucha rapidez, van girando las bolas para que se cocinen correctamente por todos los lados. Añades mayonesa japonesa y otras salsas, copos de bonito seco y listo para disfrutar.
Yakitori
El yakitori es una brocheta asada a la parrilla de carbón que tradicionalmente se prepara con pollo y cebolleta. Puede ir pintada con una salsa dulzona (elaborada con mirin, sake, salsa de soja y azúcar) o simplemente condimentada con sal.
Estas brochetas son el complemento ideal a una buena cerveza, por lo que no es raro que existan tabernas en las que sólo se sirven yakitori. Eso sí, muy variados, porque puedes encontrarlos de piel de pollo, cartílago, intestino, corazón, hígado, etc.
Si te gusta la casquería, es ideal. Si no, mejor quedarse con el yakitori clásico o alguna opción menos «arriesgada» como el tsukune, una brocheta de albóndigas de pollo que se moja en huevo crudo.
Taiyaki
Si se te antoja algo dulce tras tomar una cerveza acompañada de tapas japonesas, te recomendamos el taiyaki. Se trata de una especie de gofre que se elabora en unas planchas especiales con forma de besugo (de ahí su nombre, pues tai significa «besugo»).
Tradicionalmente va relleno de pasta de judías rojas, aunque en la actualidad ya puedes encontrar todo tipo de rellenos, desde crema pastelera, nata o chocolate, por ejemplo.
Según parece, se creó en la confitería tradicional Azabu de Tokio en 1909. Pero se ha vuelto tan popular que hoy puedes encontrarlo en multitud de puestos callejeros en las calles comerciales japonesas, así como en festivales y eventos por todo Japón.
Tómalo calentito y recién hecho, ¡es una delicia!
Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo. Texto y fotos: © Luis Rodríguez y Laura Tomás.