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LA FASCINACIÓN JAPONESA POR LOS CEREZOS EN FLOR FUERA DE JAPÓN

04/03/2024

Los japoneses sienten una gran fascinación por la belleza efímera de la flor del cerezo, ya desde el periodo Heian (794-1185) y están deseando que florezcan los cerezos para pasear bajo los árboles y disfrutar de picnics con compañeros, amigos y familiares. Mientras observan la belleza de las flores, los japoneses degustan especialidades de temporada que sólo se comen en estos momentos, como el sakuramochi, un pastel de arroz prensado relleno de pasta de judías rojas y envuelto en una hoja de cerezo o cerveza en latas decoradas con sakura, por ejemplo.

Esta pasión japonesa por los cerezos en flor ha traspasado fronteras y, en la actualidad, podemos disfrutar de la efímera belleza de las flores de cerezo provenientes de Japón en otros lugares del mundo, como por ejemplo en España o Estados Unidos.En España

En 2009 se plantaron 200 cerezos japoneses, la gran mayoría de la variedad Somei Yoshino, en el Parque Juan Carlos I de Madrid. Los árboles fueron donados por la Asociación de la Comunidad Japonesa de Madrid con motivo de su 20º aniversario. Gracias a ello, se puede disfrutar de un auténtico hanami sin viajar a Japón.

No obstante, Madrid no es el único lugar donde disfrutar de un auténtico hanami japonés. En los últimos años, el Sakura Alfarnate o festival de los cerezos en flor de Alfarnate, un pequeño pueblo de apenas mil habitantes de la provincia de Málaga, ha ido adquiriendo fuerza y protagonismo a nivel nacional.

El objetivo del festival es convertir el pueblo en atractivo turístico y luchar contra la despoblación, ayudando al desarrollo de oportunidades de los vecinos de la zona. Para la ocasión, se engalanan las calles del pueblo con arcos de flores de cerezos, hay actividades relacionadas con Japón y se invita a todos a disfrutar de la belleza de los cerezos en flor.

Asimismo, en Coria del Río, un pequeño municipio de Sevilla donde más de 400 personas se apellidan Japón, también celebra la pasión que los japoneses sienten por las flores de cerezo con un bonito festival de primavera.

Finalmente, hay que mencionar también la fiesta del Cerezo en Flor en el Valle del Jerte (Cáceres), declarada de Interés Turístico Nacional. Con más de millón y medio de cerezos, ofrece un paisaje espectacular en primavera, aunque no sean de origen japonés.

En Estados Unidos

De todos modos, la mayor plantación de cerezos japoneses fuera de Japón se encuentra en Estados Unidos, donde puedes celebrar su floración en el Tidal Basin, junto al río Potomac de Washington D.C., donde todos los años se celebra un festival de los cerezos.

Su historia es muy curiosa. En 1912, Japón regaló a la ciudad de Washington D.C más de 3 000 cerezos japoneses de 78 variedades diferentes como símbolo de paz y amistad entre ambas naciones. Todos los cerezos procedían de las márgenes del río Arakawa de Tokio, donde florecían con un sinfín de colores. De hecho, desde tiempos feudales eran conocidos como Goshiki-zakura o “los cerezos de los cinco colores”.

Curiosamente, la gran mayoría de los cerezos del río Arakawa murieron tras la Segunda Guerra Mundial mientras que los cerezos del Tidal Basin siguieron creciendo sanos y fuertes. Por ello, en 1952, Estados Unidos ofreció 55 semillas de estos cerezos, que Japón plantó de nuevo en el río Arakawa.

Hoy, un paseo por las márgenes del río Arakawa, especialmente usando el Sakura Tram (“tranvía de los cerezos”) te permitirá ver en directo los resultados de este curioso intercambio.

Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo. Texto y fotos:  © Luis Rodríguez y Laura Tomás.