19/01/2022
Esas chicas ligeras, ligerísimas de ropa. Las pin-ups fueron mucho más que chicas con poca ropa que adornaban las paredes de cuarteles o talleres mecánicos.
Su arte se desarrolló entre los años 20 y los 70, para deleite de “voyeurs, sociólogos y hasta amantes de libros”, y la editorial Taschen reconoce su importancia con este libro, The Art of Pin-up, que recoge auténticas joyas.
“Bombones surtidos de la mano de Dian Hanson”, cuentan desde Taschen. “Este libro reúne a casi 100 artistas pin-up e incluye capítulos dedicados a los diez autores más destacados, entre ellos Gil Elvgren, George Petty y Alberto Vargas. Cada apartado incluye exquisitas reproducciones de calendarios o portadas de época así como fotografías originales de las modelos y bocetos preparatorios.
Las imágenes creadas por artistas destacados como Alberto Vargas, George Petty y Gil Elvgren, que en 1996 podían adquirirse por 2.000 dólares, se venden hoy por un mínimo de 200.000. El arte de las pin-ups (es decir, los dibujos y cuadros de muchachas ligeras, a veces ligerísimas, de ropa) se desarrolló entre las décadas de 1920 y 1970 para su uso en calendarios, portadas y páginas centrales de revistas. Los editores y quienes imprimían los calendarios, a menudo se deshacían de los originales una vez publicados, convirtiendo a los supervivientes en un arte aún más valioso.
Cada capítulo muestra una exquisita reproducción de un calendario o portada de época. La calidad de reproducción de los cuadros, pinturas al pastel y esbozos preliminares (reproducidos en gran parte a partir de los originales), invita al espectador a seguir el rastro de las pinceladas, mientras que las exquisitas reproducciones de calendarios o portadas de época, así como las imágenes originales de las modelos, documentan el proceso creativo de los artistas. Muchas de estas piezas efímeras fueron fotografiadas directamente en las instalaciones de la histórica Brown & Bigelow Company, que alberga el mayor archivo de calendarios pin-up de época.