06/05/2024
¿Alguna vez has querido empaquetar el lujo de un hotel y llevártelo a casa? La última colección de alfombras artesanales de Armadillo busca hacer justamente eso: aportar un toque sofisticado a nuestro hogar. Las salas de estar se convierten en espacios para el ocio y la diversión, y cada alfombra sienta las bases para el disfrute de los elevados placeres cotidianos. Para los últimos lanzamientos, Meadow y Willow, los fundadores de Armadillo, Jodie Fried y Sally Pottharst, consideraron el poder restaurador que nuestros espacios pueden aportar a nuestro estado de ánimo y en nuestra vida diaria. Diseñadas para relajarse, las alfombras buscan revitalizar y recolectar con la naturaleza y lo personal. Como extensión del compromiso de la marca con la "vida tranquila", las colecciones siguen un espíritu que prioriza a las personas y su bienestar.
Con su fascinante tacto y su estilo inspirado en los años 70, Meadow transforma el hogar en un refugio relajante. Confeccionado con lana cardada, hilada y anudada a mano hasta obtener un pelo lujosamente grueso, su tejido de tablero de ajedrez es un guiño al tweed tradicional. Disponibles en cinco colores nostálgicos: Seagrass, Pistachio, Driftwood, Tamarillo y Brick, los tonos retro se superponen en tonos infinitesimales para crear una dimensión deliciosa.
Willow, la más informal de los dos, como su nombre indica, es una alfombra ligera y tenue que combina habitabilidad con ocio. La curiosa textura está confeccionada a partir de una urdimbre de lino contra una trama hecha de un hilo mezclado de lana y yute para crear una oferta elevada y sin esfuerzo. Disponible en comino, mostaza, ciprés y cáscara de huevo sin teñir, Willow tiene un acabado con una borla larga y suelta.
Manteniendo vivas las antiguas habilidades de tejer a mano, Meadow y Willow son dos colecciones únicas cuyas variaciones hablan de autenticidad: una máquina no es rival para el cuidado y la precisión de lo hecho a mano. Toda una declaración de intenciones.