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MENORCA EXPERIMENTAL, MUCHO MÁS QUE UN HOTEL

03/07/2024

Menorca Experimental, propiedad de Experimental Group, es un hotel que encuentra sus raíces en la que una vez fue una finca familiar de 30 hectáreas del siglo XIX. Llena de rincones privados, vistas únicas y agradables espacios compartidos, la propiedad fomenta el disfrute, así como la reflexión, la serenidad y la inspiración. Rodeado de pinares, fragantes enebros y flores silvestres, el hotel ha sido cuidadosamente restaurado (incluso los huertos originales han sido recreados a partir de mapas aéreos de mediados de siglo) por un equipo de artesanos locales, siempre bajo la atenta mirada de la diseñadora de interiores Dorothée Meilichzon.

En los espacios amplios y abiertos del hotel predomina la piedra seca rústica, así como el hormigón encerado y suelos de tablones elaborados con madera local, toscamente tallados con detalles en baldosas de terracota esmaltadas a mano. La madera de olivo pálido y el cuero natural se complementan con una paleta de colores inspirada en el cielo menorquín: como los azules pálidos y amarillos dorados de la madrugada, así como los tonos del atardecer en su momento más deslumbrante.

Las 43 habitaciones de la finca incluyen nueve bungalows privados, cada uno con su propia piscina, lo que permite a los huéspedes elegir entre la experiencia compartida de la casa principal o la posibilidad de un aislamiento más íntimo. Destacando las posibilidades de actividad y diversión en un entorno local, se ponen a disposición del cliente caballos y guías de senderismo, así como clases de yoga, cerámica y pintura. 

Como en todas las propiedades de Experimental Group, la propuesta gastronómica de su restaurante refleja los abundantes productos frescos y de temporada de la zona. Compuesto por un comedor interior y una terraza al aire libre–con una mesa comunitaria para 30 personas–, este espacio cuenta con una carta en la que destacan platos como el aguachile de gamba roja y naranja, el ajoblanco con caballa ahumada o el pollo asado con limón marroquí. Por supuesto, las verduras también cobran protagonismo, con espárragos blancos con vinagreta de miso o las alcachofas con ajo asado.

Para conectar con la naturaleza, el hotel cuenta con acceso a una cala apartada a tan solo 5 minutos de distancia andando.