12/10/2018
“Para mí, una pintura debería producir chispas, deslumbrarte como la belleza de una mujer o un poema ", dijo Joan Miró. El Color de Mis Sueños, es la mayor muestra del pintor desde 1974 y tendrá lugar en el emblemático edificio parisino Grand Palais.
Su tierra natal, Cataluña, le ofreció inspiración. París fue su primer trampolín, y Palma de Mallorca, el gran estudio que siempre había soñado. Entre estos lugares, Joan Miró creó una obra sin anécdotas, manierismos, o cualquier complacencia hacia los modos de expresión.
Para lograr esto, cuestionó constantemente su lenguaje pictórico, incluso si este rompía su impulso. A pesar de que la vanguardia del siglo XX le interesaba mucho, él no se adhirió a ninguna. Tampoco a la escuela o a cualquier grupo, desconfiando de las quimeras artísticas. A partir de la década de 1920, Miró expresó su deseo de "asesinar la pintura" y desarrolló prácticas innovadoras.
“Su trabajo se presenta como una herramienta de protesta y da testimonio de sus luchas. Él nunca dejó de lidiar con los materiales para afirmar el poder de lo creativo”, cuenta Jean-Louis Prat, comisario de la muestra y director de la fundación Maeght durante 35 años.
Caracterizado por esta energía "primitiva", es uno de los pocos artistas, junto a Pablo Picasso, lanzó su propio desafío al surrealismo y la abstracción (disciplinas que siempre consideró como un callejón sin salida). Inventor de formas, Miró se traduce en poética y en poderosos términos de la libertad de la cual él era tan ferozmente celoso y para este propósito contó con su propia aliada que es la fuerza de la pintura.
*El Color de Mis Sueños de Joan Miró estará disponible hasta el 4 de febrero en el Gran Palais.