28/06/2021
A orillas del lago de la madrileña Casa de Campo se encuentra Villa Verbena, un proyecto de The Hat con una oferta gastronómica firmada por TriCiclo.
Ubicada en la misma orilla del lago de la Casa de Campo de Madrid, Villa Verbena, es una de las terrazas más solicitadas del momento. El proyecto es el brillante resultado de la unión entre los impulsores del hostel The Hat (Alfonso López e Ignacio García) y el grupo TriCiclo (Javier Mayor, Javier Goya y David Alfonso) y se caracteriza por una cocina de mercado de calidad, una cuidada puesta en escena y un ambiente agradable y versátil. Además de su apetecible carta, cuenta con opciones de desayuno, vermú, raciones de picoteo, tardeo y primeras copas nocturnas.
Un espacio único
Hasta ahora, la propuesta gastronómica completa de Villa Verbena solo podía disfrutarse a la hora de comer. A partir de ahora, se ofrecen también cenas de jueves a domingos, de 19:30 a 00:00 h –adecuándose a los horarios de cierre establecidos actualmente– en su recién estrenado cenador acristalado, un espacio acogedor, amplio –tiene capacidad para 100 personas–, decorado con sencillez y perfectamente integrado en el entorno; proyectado por el estudio Arvo Arquitectura de Juan y construido con un cerramiento de madera natural, no desentona con la idílica Casa de Campo, declarada Bien de Interés Cultural como Sitio Histórico de la capital. En total, entre la terraza al aire libre y el cenador, que abrirá todo el año, Villa Verbena ofrece 600 m2 con unas preciosas vistas al lago y al skyline capitalino, con el Palacio Real, la catedral de La Almudena o el edificio España como telón de fondo.
Cenas “de brasa y brisa”
La carta, basada en el mejor producto de temporada tratado con sencillez y en clave contemporánea, se va renovando según mercado. Además, casi todos los platos son aptos para compartirse y pueden pedirse también en media ración. Entre las sugerencias más apetecibles para la noche, se encuentran las ostras normandas núm. 2 (al natural o aliñadas con salsa ponzu); la tosta de tartar de atún rojo; las anchoas de Santoña acompañadas de tostas de pan con tomate y la ensalada de tomate ‘del bueno’ con albahaca y un aliño especial. El pulpo gallego a la brasa o los fresquísimos pescados del día a la brasa –la parrilla de carbón es el alma de Villa Verbena–, como la lubina salvaje, el bacalao o el rapito de barriga negra (este para dos personas), con la garantía de Pescaderías Coruñesas; se pueden completar con guarnición de lechuga, pimientos asados caseros o patatas fritas, al igual que las carnes de Discarlux (lomo de vaca, entraña, chuleta, tuétano y vacío).
Otros platos que ya se han convertido en emblemas de Villa Verbena desde su apertura son el salmorejo de pimientos asados, bonito marinado y olivas; el rossejat de mariscos; el canelón de rabo con salsa de setas y pecorino trufado y las mollejas de ternera. Entre los postres, hay fresón de Aranjuez con naranja y, para los más golosos, tarta de queso con un toque de queso azul.