18/10/2023
El sintoísimo, religión nativa de Japón, tiene una profunda conexión con la naturaleza. Por ello no es de extrañar que, desde tiempos inmemoriales, surgieran peregrinaciones para entrar en contacto con lo sagrado, a menudo situado en espacios naturales. Montañas, cascadas, rocas, árboles… Son muchos los espacios naturales que cobijan deidades sintoístas y que, por ello, son objeto de veneración y peregrinación.
La llegada del budismo a Japón en el siglo VI amplió el espectro de los caminos de peregrinación en Japón. Las peregrinaciones budistas se adaptaron a esos espacios naturales venerados por el sintoísmo y se perfilaron como viajes espirituales para seguir los pasos de grandes hombres santos.
En ambos casos, su propósito es ofrecer plegarias a las deidades, bodhisattvas y Budas, ya sea para expiar pecados, en memoria de personas fallecidas, como una promesa ante una situación complicada o simplemente para conectar con la propia espiritualidad del peregrino. Mientras se sigue el camino, el peregrino está en armonía con la naturaleza que le rodea. Y ese sentimiento de paz, permite meditar, entrar en contacto con uno mismo y acercarse así a las deidades que residen en ese espacio. Además de disfrutar de la belleza de los templos y su entorno natural, claro está.
Por ello, las peregrinaciones son muy populares entre los japoneses. Y, cada vez más, también entre los turistas, que las añaden a sus itinerarios para sentir en su propia piel la espiritualidad que emana de ciertos parajes naturales de Japón.
Shikoku y Kukai
De todas las peregrinaciones que hay en Japón, una de las más curiosas es la peregrinación de los 88 templos de Shikoku. El Shikoku Henro o “camino de Shikoku” es una ruta circular que te lleva por las cuatro prefecturas de la isla de Shikoku siguiendo los pasos del monje Kukai, conocido tras su muerte como Kobo Daishi (774-835).
Kukai es un personaje histórico de gran importancia en Japón. Monje, calígrafo y poeta, tras estudiar en China volvió a Japón y fundó la escuela Shingon del budismo japonés, una de las más populares e importantes.
Kukai nació en el templo Zentsuji (actual templo nº 75 de la ruta) y en su vida adulta se dedicó al ascetismo y a la meditación, peregrinando por distintos lugares de su Shikoku natal, buscando lugares de gran espiritualidad.
La peregrinación de Shikoku
Hoy, la peregrinación completa, de 1 200 kilómetros, te permite visitar 88 templos y 20 lugares sagrados relacionados justamente con ese viaje espiritual de Kukai en la isla de Shikoku. Una ruta, además, que desde 2015 está hermanada con el Camino de Santiago.
Al ser una ruta de peregrinación tan amplia, el Camino de Shikoku ofrece todo tipo de experiencias al peregrino. Hay templos en paisajes naturales de gran belleza, y otros en el centro de importantes ciudades de la isla, como Matsuyama, Imabari o Kochi, que son mucho más accesibles y fáciles de visitar.
De viaje por Shikoku es habitual encontrarse con peregrinos, ataviados con el traje típico blanco, sombrero de paja y bastón. Los verás rezando y recitando sutras en los salones de los templos de la ruta y coleccionando las caligrafías goshuin en cada uno de los templos, con el objetivo de obtenerlas todas.
Lo mejor de esta ruta de peregrinación es que puedes hacer varias etapas en distintos años. No es necesario hacerla toda de una única vez. Y ni siquiera necesitas hacerla completamente andando, ya que puedes usar todo tipo de medios de transporte para ayudarte a acceder a los distintos templos.
Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo. Texto y fotos: © Luis Rodríguez y Laura Tomás.