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SHINRIN-YOKU, LOS BAÑOS DE BOSQUE

07/09/2024

Desde hace unos años, se ha popularizado en Occidente el término japonés shinrin-yoku, traducido literalmente como “baños de bosque” (shinrin significa “bosque” y yoku, “baño”) y que quizás nosotros podríamos traducir como los “paseos por el campo” de toda la vida.

Este concepto surgió en Japón en la década de 1980 para definir una sesión de terapia natural que combinaba paseos relajados por el bosque con ejercicios de respiración y relajación. Los beneficios de esta terapia de conexión con la naturaleza incluyen disminución del estrés y la ansiedad, así como un incremento del bienestar general.

Por ello, con el ritmo frenético de la vida en las grandes ciudades en la actualidad, este concepto está más de moda que nunca. Tanto en Japón como fuera de sus fronteras.

Orígenes del shinrin-yoku

Pasear por el campo o el bosque para relajarse en el silencio, en los aromas de flores y plantas, en el zumbido de los insectos y en los rayos de sol filtrándose por las hojas de los árboles no es nada nuevo ni exclusivamente japonés. Ya en la antigüedad, en distintas partes del mundo, el ser humano ha buscado la relajación en la conexión con la naturaleza.

Así pues, ¿de dónde viene el término japonés shinrin-yoku? El término fue acuñado en 1982 por Akiyama Tomohide, entonces director de la Agencia Forestal de Japón, dependiente del Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca, tras la celebración del primer evento de shinrin-yoku en Japón en el bosque recreativo natural de Akasawa.

Este bosque, situado en la prefectura de Nagano, está cubierto por enormes cipreses japoneses de más de 300 años. Pero además, la madera de los árboles de este bosque se usa para la reconstrucción ceremonial del Gran santuario de Ise, que se realiza cada 20 años.

Por ello, la práctica del shinrin-yoku en Japón tiene una alta componente espiritual, muy relacionada con el respeto a la naturaleza del sintoísmo o prácticas ascetas como el Shugendo. 

Kumano Kodo y shinrin-yoku

Cualquier bosque frondoso, de árboles altos, sirve para la práctica del shinrin-yoku. En Japón son populares los bosques de árboles nativos, como los bosques de bambú, los bosques de cedros japoneses o los bosques de cipreses japoneses, a menudo situados en lugares sagrados y de peregrinación. De nuevo, con una alta componente espiritual.

Un ejemplo es toda la zona del Kumano Kodo o Camino de Kumano. El Kumano Kodo es una red de caminos de peregrinación hermanada con el Camino de Santiago que, desde la antigüedad, conecta los tres grandes santuarios de Kumano (llamados conjuntamente “Kumano Sanzan”) en la península de Kii, entre las prefecturas de Wakayama, Nara y Mie.

Una de las rutas más populares del Kumano Kodo es la ruta Nakahechi, cubierta de altos cedros y cipreses. Por ello, y por su alta espiritualidad, es el lugar ideal para practicar shinrin-yoku. De hecho, desde Hosshinmon-oji y el Gran santuario de Kumano Hongu te encontrarás una especie de esterillas de madera para que puedas tumbarte, relajarte en el silencio y sentir la espiritualidad de la zona.

No obstante, no hace falta hacer el Camino de Kumano para practicar el shinrin-yoku. Ni siquiera es necesario ir a una reserva natural o un parque nacional. Cualquier paseo por el campo o por un bosque cercano puede ayudarte a relajarte y sentirte mejor. Simplemente sé consciente del paseo y usa los cinco sentidos. Tu salud se beneficiará. 

Este post es fruto de la colaboración con el blog de cultura japonesa Japonismo. Texto y fotos:  © Luis Rodríguez y Laura Tomás.