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TANINOS Y LETRAS

18/03/2022

Te invitamos a vivir la exclusividad de una grafocata o, lo que es lo mismo, cómo la grafología define el tipo de vino que mejor marida con tu personalidad.

Se trata de una experiencia única, donde se realiza un análisis de la letra de cada asistente a una cata y los rasgos de personalidad que resultan se asocian a rasgos de personalidad de vinos muy escogidos. Es una forma realmente exclusiva de asistir a una cata de vinos.

Ana Ortiz de Obregón es la creadora de esta innovadora propuesta. “Conocer nuestra personalidad a fondo nos puede ser muy útil para casi todo en la vida. El método más infalible es el análisis grafopsicológico, porque es nuestro cerebro el que escribe, el que utiliza nuestra mano para plasmar sobre el papel todo lo que somos, nuestras inquietudes, vivencias, necesidades, anhelos. Porque la Grafología es un DAFO sobre nosotros mismos, que descubrimos cuando los peritos grafólogos estudian nuestra letra mediante técnicas proyectivas, la psicología y la neurociencia. Por lo tanto, si analizando la letra de una persona, podemos ayudarle a conocerse, ¿podríamos sugerirle el vino que marida con su personalidad? Por supuesto”.

Esta es la base de una Grafocata. El primer paso es conocer la letra de los participantes, y para ello se analiza previamente la de cada uno de acuerdo al orden, la forma, el tamaño, la dirección, la inclinación, la velocidad, la cohesión, la presión y los rizos de la subjetividad. Cada uno se revela de una forma única y diferente, porque no hay dos letras iguales ni dos personas iguales. Pero también es cierto que cada uno de nosotros tenemos rasgos comunes con otras personas. Así pues, y tras el análisis grafológico de cada uno, se hacen grupos por afinidades de personalidad para seleccionar los vinos para realizar la cata”.

Una vez distribuidos en grupos, el sumiller da a catar vinos que, con toda probabilidad, son del gusto del paladar de cada catador. Pueden ser tintos o blancos. Afrutados o más ácidos. Chispeantes o densos. Ya sabemos que hay vinos capaces de seducir hasta al más exigente de los paladares. Seguro que tras la Grafocata sabes cuál es el tuyo.