12 /09 / 2013
Sus pinturas son pequeñas recreaciones coloristas y singulares del mundo moderno. El salmantino Ricardo Cavolo ha logrado llevar su lenguaje plástico y personal, un poco naif y un poco circense, a publicaciones literarias y salas de exposición.
Ricardo creció despertando su pasión por los cuadros de su padre, pintor licenciado en Bellas Artes. A pesar de que su carrera comenzó en el mundo de la publicidad no tardó en centrarse en aquellos que le movía realmente las vísceras, la pintura. Cada uno de sus dibujos describe una historia de un sentido ético y trascendente casi al nivel de su expresión colorista. Ha hecho sus pequeñas aportaciones en el mundo de la moda para Custo, Springfield o la primera colección de Bimba Bosé y ha ilustrado libros como Cocina Indie, de Mario Suárez y ¿Por qué me comprase un Walkie Talkie si era hijo único?, primera novela de Santi Balmés, cantante de Love of Lesbian… pero también su primer libro propio dedicado a Daniel Jhonston, que salta a las librerías gracias a la editorial independiente Edicions de Ponent.