15/02/2021
Los meses de enero y febrero son el momento perfecto para disfrutar de este manjar tan apreciado en la gastronomía española.
La trufa en cocina ha estado históricamente muy bien considerada siempre. Tal y como explican los expertos de Fruits de la terra, el origen y conocimiento documentado de la trufa negra se remonta a la Edad Antigua. Ya faraones egipcios hacia el 1500 A.C., incluían la trufa en sus platos y la consideraban un alimento preciado. Los babilonios preparaban recetas como el faisán trufado y los griegos y, posteriormente los romanos, utilizaron la trufa de manera regular en sus cocinas. La trufa negra se hizo tan deseable que se crearon leyendas sobre su origen divino y sus altas cualidades. De hecho, los romanos le atribuyeron poderes afrodisíacos y fue Cicerón quien denominó a las trufas “hijas de los dioses” o “milagro de la naturaleza”.
Un “diamante negro”
La trufa negra mantuvo su preciado valor a lo largo de los siglos, formando parte de las mesas de más alto nivel. Su precio era tan elevado que solo la nobleza y las cocinas de alto poderío eran capaces de incluirla en sus recetas. Los mismos Luis XVIII y Napoleón Bonaparte fueron dos amantes de la trufa negra.
Entre otras propiedades de este preciado hongo, también se le otorgaron las medicinales y se utilizaba como antibiótico y para curar la gota.
La Exposición Universal de París de 1855 sirvió para propagar la trufa negra a nivel mundial y fue Anthelme Brillat-Savarin, filósofo gastronómico y creador del primer tratado gastronómico, quien denominó a la trufa negra como el “diamante negro”.
Los principales productores de trufa negra en el mundo son España, que recolecta entre un 30% y un 50% de la producción mundial, Francia e Italia.
Una joya en el menú
La trufa es, sin duda, un “must” en restaurantes de prestigio como Horcher, que estos meses propone en su carta su ensalada de alcachofas con trufa negra, un clásico con el ingrediente estrella de la temporada. Los comensales que prefieran el toque de la trufa blanca también podrán disfrutar de chantarellas guisadas en jugo de carne con foie, huevo poche y trufa blanca.
La trufa, en casa
En el corazón del Parque Natural de La Tinença de Benifassà se encuentra el hogar de las trufas de Fruits de la Terra, el Mas del Jarque, una masía tradicional ubicada en un auténtico y genuino paraje de montaña al norte de Castellón, situado a 1.200 metros de altitud sobre nivel del mar y muy cerca de la costa Mediterránea. Este espacio reúne unas condiciones de climatología y edafología óptimas para el cultivo de este hongo, aportando a nuestras trufas, frescura, aroma y un sabor único, que le confieren una extraordinaria calidad.
Fruits de la Terra cuenta con un amplio equipo de expertos truferos (productores, recolectores, artesanos…) que dedican su tiempo, esfuerzo y sabiduría, para conseguir las mejores trufas y elaborar excelentes productos trufados. Entre sus productos de su tienda online pueden encontrarse aderezos (aceite, vinagre de Módena, paté de aceitunas…); conservas gourmet (trufa negra en su jugo, brisura de trufa negra, salsa trufada…); queso; miel; chocolates y hasta bebidas (licor crema, vodka y cerveza artesanal de trufa negra) hechas a base de trufa negra.