08/11/2023
Cuando el pirata El Morro escondió sus botines en alguna parte de Itxapa - Zihuatanejo, en el estado de Guerrero, en la costa del Pacífico mexicano, seguro que no pensó que se convertirían en un diamante en bruto con forma de alojamiento. Porque eso es lo que es Hotelito by MUSA, un tesoro que busca mantener intacta la naturaleza que lo rodea, pero con todo lujo de detalles.
Rumbo a la playa 79, Loma Bonita, es la evocadora dirección de este singular proyecto que nace de imaginar el pueblo del futuro, con qué valores y cómo va a crecer, siempre de forma responsable, con el arquitecto mexicano Andrés Saavedra y su socia comercial Tara Medina a la cabeza. “Nuestra responsabilidad como arquitectos, diseñadores, es cuidar y respetar lo que ya está, es nuestra responsabilidad y es así como planteamos esto”, cuenta Andrés. En lugar de imaginar un proyecto en abstracto y cumplirlo a rajatabla, Andrés le dio la vuelta y aplicó la consciencia y la sostenibilidad al máximo, es decir, miró lo que tenía alrededor, materiales, personas y entorno, y eso fue lo que utilizó.
Así, en el Hotelito de 13 habitaciones, reina una estética tropical-modernista, que combina el modernismo mexicano y un enfoque orgánico Wabi-sabi, “hay influencia mexicana porque obviamente lo soy, pero también me apasiona la estética japonesa”. Los espacios públicos cuentan con materiales naturales, texturas orgánicas y detalles hechos a mano de origen local.
Los suelos de terrazo negro se hicieron allí usando piedra y granito que se encuentran en la tierra, los azulejos y mosaicos personalizados fueron elaborados por Tata Mosaicos de Oaxaca, y los carpinteros y fabricantes locales construyeron muebles de parota y madera de palma a medida. Las obras de arte del programa de artistas en residencia y la colección de arte permanente de MUSA, con artistas como Oso Parado, Brian Eno, Ryan Estep y Linnea Goransson, decoran las paredes de las habitaciones y los espacios públicos.