01/03/2024
Que en España tenemos talento artístico a raudales no es novedad. Pero que convergan en el espacio tiempo tres grandes nombres del diseño español con tres colecciones desarrolladas con tres marcas diferentes, un poco sí. Y eso es lo que sucede. Jaime Hayón con Octaevo, Josep Font con Vajillas de Ultramar y Javier Calleja con Lladró han plasmado su creatividad en sendas colecciones que permiten tener un poco de su talento en casa, de una forma menos convencional.
Adornados con las características ilustraciones de Hayon, los jarrones de papel que ha desarrollado con la firma de decoración Octaevo, se presentan en los característicos tonos blanco y azul de la marca y con atrevidos trazos dorados. Como siempre se percibe una gran inspiración en la mitología antigua, y los dibujos de rostros de Hayon combinan perfectamente con la obsesión por los dioses griegos y romanos. El resultado es una magnífica simbiosis de ambas tradiciones.
Decorar la mesa pasa a otro nivel gracias a "La Vajilla", la colaboración única que redefine los límites de la cerámica de la mano del diseñador de moda Josep Font y la maestría artesanal de Vajillas de Ultramar. Una colección que fusiona arte, alta costura y cerámica. El blanco puro, emblema de la firma, sirve como lienzo perfecto a los seis diseños exclusivos, resaltando todavía más su elegancia. Cada una de las 24 piezas cuentan una historia única y se distinguen por su singularidad.
Javier Calleja se estrena en la cerámica de la mano de Lladró y Art Editions, la nueva propuesta de arte contemporáneo de la firma valenciana. Se trata de un espacio creativo en el que artistas de renombre firmarán obras exclusivas y en ediciones limitadas. Y el primero en hacerlo ha sido Javier Calleja, que ha dado vida a tres obras originales que “trasladan y reflejan su particular e inconfundible universo plástico”, aseguran desde la marca. Las piezas presentadas son El Niño, de cabeza redonda y ojos sobredimensionados. A un lado, Gato Diablo, un personaje que, a pesar de su nombre, no parece ser especialmente maligno. Al otro lado, Gato Ángel, que acorde con sus “buenas intenciones” presenta una expresión más soñadora y contemplativa.
