09/09/2025
Cuando el calor del verano va menguando y el aire trae aromas del otoño, se celebra en Japón un pequeño festival, mucho más contemplativo y poético que los festivales de verano. Es el Tsukimi, literalmente "la contemplación de la luna".
Esta antigua tradición se celebra todos los años para admirar la belleza de la primera luna llena de otoño, considerada la más brillante y hermosa de todo el año. Lejos de los grandes espectáculos, el Tsukimi es una invitación a conectar con la naturaleza, a apreciar la belleza efímera y a dar gracias por la generosidad de la cosecha.
Historia del Tsukimi
El origen de la tradición del Tsukimi se encuentra en el periodo Heian (794-1185), momento en el que se adoptó esta costumbre de la China Tang.
En sus inicios, era un pasatiempo de la corte imperial, que celebraba fiestas elegantes y sofisticadas a bordo de barcos para componer poesía, tocar música y beber sake mientras observaban el reflejo de la luna en el agua. Con el paso de los siglos y especialmente durante el período Edo (1600-1868), la tradición se extendió al pueblo llano, fusionándose con rituales de agradecimiento por la cosecha de otoño.
Así, lo que comenzó como un entretenimiento de la corte Heian se transformó en una celebración popular que se ha mantenido hasta nuestros días y que se puede disfrutar hoy en día en lugares tan icónicos como la Torre de Tokio, el castillo Himeji y los jardines Koko-en o el castillo de Matsumoto, por poner unos pocos ejemplos.
Imágenes del Tsukimi
El Tsukimi está repleto de simbolismo, que se manifiesta en las ofrendas tradicionales que se preparan para la luna. La más icónica es el Tsukimi Dango, unas bolitas blancas hechas de harina de arroz que simbolizan la luna llena. Tradicionalmente, se apilan en una pirámide sobre un soporte de madera y se colocan en un lugar con vistas a la luna, como una ofrenda para asegurar una cosecha abundante.
Junto a ellas, es indispensable colocar un jarrón con susuki, la hierba de pampa japonesa. Sus espigas altas y elegantes no sólo se asemejan a las plantas de arroz, reforzando el deseo de una buena cosecha, sino que también se cree que ahuyentan a los malos espíritus.
Asimismo, una de las leyendas más entrañables asociadas con el Tsukimi es la del Tsuki no Usagi o “conejo en la luna”. Como en gran parte de Asia Oriental, las sombras de la luna llena se interpretan como la figura de un conejo que está machacando arroz con un mazo para hacer mochi.
Hoy, buscar la silueta del conejo haciendo mochi en el brillante disco lunar es una parte fundamental y mágica de la celebración, tanto para niños como para adultos.