10/06/2024
La mirada de Boris Savelev (Chernivtsi, Ucrania, 1947) se formó en la Unión Soviética en la década de 1970, como parte de un grupo de fotógrafos que trabajaban de forma independiente, fuera del sindicato oficial de fotógrafos. Cuando se materializó la Perestroika, marchantes de Estados Unidos y Europa recorrieron Moscú y San Petersburgo en busca de “voces auténticas”. El libro Ciudad secreta: fotografías de la URSS, de Boris Savelev (Thames y Hudson, 1988) fue fruto de ese impulso y constituye la primera monografía que apareció en Occidente dedicada a un fotógrafo no oficial de la extinta URSS.
Ahora, y como una de las propuestas de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2024, el Espacio Cultural Serrería Belga, acoge la exposición Viewfinder – Una forma de mirar, la retrospectiva más amplia de Savelev hasta la fecha. La exposición recorre las seis décadas en las que Savelev ha capturado lo cotidiano haciendo fotografías: desde sus inicios, en blanco y negro, con su Iskra 6x6 y su Leica, pasando por el color de los años 80 tanto con la película Owarchrome soviética como con la Kodachrome occidental, hasta la incorporación de lo digital, que maneja con la misma maestría que la fotografía analógica.
Comisariada por Adam Lowe esta muestra nace de la colaboración entre el Festival y Factum Arte, una empresa que se centra en la producción de obras con y para artistas contemporáneos. Precisamente en el caso del trabajo de Savelev, el fotógrafo otorga una gran relevancia a la relación entre la fotografía que se toma y su representación física. La gran complejidad y el ligero relieve superficial que caracteriza gran parte de sus impresiones es el resultado de un método único, en el que la imagen se imprime en múltiples capas sobre una base de gesso como el usado en la pintura tradicional. Es precisamente en los talleres de Factum Arte donde se desarrolló este procedimiento.