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UNA VIDA POR RAÍLES

31/03/2023

Viajar en tren se ha convertido en una de las opciones más utilizadas para viajar. Si bien nada es comparable a conducir nuestro propio Lexus, a veces podemos dejarlo esperando y subirnos a alguno de estos trenes para tener la oportunidad de descubrir los paisajes que vas pasando. Así, la cadena Marriott Bonvoy ha seleccionado tres rutas épicas en tren por Europa y África para que las añadas a tu lista de viajes para 2023.

Picos imponentes, valles color esmeralda y grandes lagos: la West Highland Line serpentea los paisajes más bellos de Escocia y cruza el famoso viaducto de Glenfinnan, el puente ferroviario de 21 arcos que ha aparecido en cuatro de las películas de la saga de Harry Potter. Es todo un placer subirse al tren en Glasgow y ver cómo la ciudad cede el paso al más puro esplendor montañoso. El tren es un regalo para viajeros, ciclistas, amantes de la gastronomía y aventureros que deciden bajarse en pueblos remotos como Ardlui y Tyndrum en busca de hazañas en las Highlands. En Fort William, la vía se dirige hacia el oeste hasta Mallaig, desde donde se parte a la virgen isla de Skye. Varios trenes recorren esta ruta, incluida la locomotora a vapor Jacobite, que circula entre Fort William y Mallaig durante el verano.

Siguiendo la ruta del río Nilo, la línea de tren entre El Cairo y Asuán no sólo es la forma más fácil de viajar entre las dos ciudades, sino que también es la más espectacular. Desde el asiento contemplarás granjas a la orilla del río, pequeñas aldeas, frondosos huertos frutales y una cautivadora visión de la vida local. El viaje dura unas 13 horas, y los trenes VIP Express ofrecen un servicio más rápido y cuidado. Evite el tren nocturno y disfrute de las vistas durante el día, aunque si tiene que descansar, mejor reservar una de las literas superiores del vagón.

Dependiendo de la hora a la que coja el tren Adria InterCity de Budapest a Split, es posible que pase por el lago Balaton de Hungría a tiempo para la puesta de sol. Con sus yates moviéndose en sus tranquilas aguas, este lugar es un pintoresco telón de fondo para el viaje en tren desde Hungría hasta la costa de Croacia, junto con las vistas a las montañas y campos llenos de girasoles. La ruta completa dura 14 horas en total, en vagones de última generación que ofrecen varios estilos y clases de literas, pero si el tiempo apremia, considere la posibilidad de tomar los trenes locales indirectos vía Zagreb (Croacia). Con su catedral de dos torres, sus animados cafés y sus vibrantes museos (incluido el famoso Museo de las Relaciones Rotas), es una parada que no querrá perderse.