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VERDADERO LUJO ORIENTAL

13/06/2024

A medio camino entre el legado colonial y el follaje tropical, Raffles Sentosa Singapore se ha propuesto redefinir el concepto de retiro contemporáneo. Diseñado por el estudio Yabu Pushelberg, este nuevo resort, —el primero compuesto únicamente por villas dentro del universo de la marca marca Raffles, supone toda una experiencia sensorial que fusiona el pasado de la hospitalidad con el pulso actual del diseño consciente. Ubicado en una colina frondosa en la isla de Sentosa, el complejo despliega sus 62 villas privadas con piscina sobre una superficie de 100.000 m², entre jardines y arquitectura que desaparece para dejar espacio al paisaje. Cada villa ha sido concebida como una cápsula de serenidad donde interior y exterior se funden con travertino, madera y texturas envolventes que evocan sombra, frescura y contemplación.

El recorrido por el resort comienza mucho antes de llegar a la villa. Desde la entrada, la textura de la grava bajo las ruedas y el verde creciente marcan el paso hacia otra dimensión. El Arrival Building, inspirado en la fachada del Raffles original de 1887, actúa como umbral simbólico entre ciudad y naturaleza. Su silueta cambia con la luz del día y acoge espacios como el Raffles Room y el íntimo Chairman’s Room, donde los cócteles clásicos se sirven entre espejos antiguos y paneles muralizados.

Más allá, el resort se despliega con discreción. Senderos sinuosos conectan las villas con espacios comunes como el Raffles Ballroom, el salón acristalado Garden Room o la piscina de 30 metros flanqueada por cabañas. Todo está pensado para preservar la privacidad y, al mismo tiempo, invitar a descubrir rincones donde la arquitectura cede protagonismo a la vegetación, la luz filtrada y los materiales naturales.

La oferta gastronómica acompaña este viaje de placer. El Empire Grill, restaurante italiano con un espectacular suelo de piedra y murales pintados a mano, incluye una mesa del chef de onix para cenas privadas. A su lado, el edificio que alberga Royal China e Iyasaka by Hashida se convierte en el punto más refinado del conjunto: su arquitectura en volúmenes apilados y listonados brilla de noche como un farol, y de día se mimetiza con los árboles y el mar.
En las villas, el diseño amplifica el espíritu del lugar. Cada unidad se organiza en pabellones independientes de salón, dormitorio y piscina, decorados con obras de arte local, mobiliario a medida, espejos estratégicos y revestimientos de roble y travertino oscuro. Las referencias a la artesanía asiática y a la tradición colonial se reinterpretan con ligereza, con estampados tropicales o sillas de espigas. La intención no es imponer estilo, sino crear atmósferas que calmen, inspiren y conecten con la naturaleza circundante.
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