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VINOS CON OLFATO

06/05/2020

Para no perderse en el vasto mundo del vino, es mejor ir con guía.

Las plataformas de e-commerce de vinos han notado un aumento notable de ventas desde que comenzó el confinamiento. El cierre de bares y restaurantes durante el estado de alarma, así como el temor a verse desabastecidos, ha hecho que muchos llenasen la despensa de estos preciados caldos. Mientras que algunos (los grandes conocedores del mundo del vino), han tenido muy claro qué vinos pedir, otros sentían que esta compra se asimilaba un poco a un salto al vacío. Para estos últimos la solución, dentro y fuera del confinamiento, es llamar a un “personal wine shopper”.

Celia Crespo de las Heras, sommelier, experta en marketing y, como no, personal wine shopper, nos cuenta que su trabajo consiste, básicamente, en ayudar en la elección, compra y envío de vino para cualquier ocasión (diario, fiestas, regalos, cenas, etc.). Eso sí, subraya: “Siempre adaptándome a las necesidades y presupuesto del cliente”. Aunque puede buscar cualquier tipo de vino, reconoce que su especialidad son los vinos de pequeños productores que son respetuosos con la viña.

Para saber qué vino están buscando sus clientes, lo primero es crear su perfil gustativo. Para ello, la sommelier les pregunta por las variedades de uva y regiones vinícolas preferidas, por si quieren probar vinos nuevos, por sus costumbres y sabores preferidos, etc. “Conocer los hábitos nutricionales y costumbres gastronómicas de mis clientes, es clave para elegir los vinos que mejor maridan con sus menús y costumbres. Me interesa, por ejemplo, saber si toman vinos en el aperitivo o en la sobremesa, si su dieta tiene más carnes que verduras, si les gustan las salsas o apuestan por la cocina de producto…”, explica.

Pero el objetivo de un personal wine shopper no es sólo elegir vinos que optimizan y potencian los sabores de un plato o un ingrediente, sino animar a sus clientes a experimentar a la hora de maridar para, simplemente, disfrutar. Como dice el Master of Wine norteamericano Tim Hanni: “En ocasiones lo más importante es saborear vinos deliciosos y comidas deliciosas sin ninguna otra preocupación”. Es cierto, no obstante que “hay vinos versátiles que armonizan y van bien con un abanico de comidas muy amplio. Es el caso de los espumosos, algunos vinos blancos con algo de barrica y de los tintos ligeros de variedades de uva como la “pinot noir” o de zonas como “Chianty”, por ejemplo”, destaca Crespo.

ROMPIENDO TÓPICOS

Contra todo pronóstico los clientes de un “personal wine shopper” son muy variados: “Tienen en común que son amantes de la gastronomía, piensan que comer y beber es mucho más que alimentarse; que es una fuente de felicidad. Muchos me contactan por comodidad, otros son “wine lovers” que quieren descubrir cosas nuevas, algunos me piden vino porque acaban de aficionarse y buscan vinos de calidad... Yo los escucho a todos y me adapto a todo tipo de gustos y bolsillos”, explica la entrevistada.

La personal wine shopper también desmiente el tópico de que las mujeres prefieren vinos blancos y rosados “No estoy muy de acuerdo con esa afirmación; conozco mujeres que beben sólo tintos y hombres que sólo beben blancos. Creo que esto tiene más que ver con cuidarse que con el sexo de las personas, ya que los vinos blancos y rosados suelen tener menos alcohol que los tintos y, por tanto, tienen menos calorías”, afirma.

El trabajo de la sommelier no ha variado mucho durante el confinamiento “Trabajo prácticamente igual que antes. El contacto con el cliente y con los proveedores se puede hacer a distancia, utilizando las tecnologías: teléfono, video llamadas, mensajes… Es cierto que se han suspendido las presentaciones y showrooms que hacen las bodegas y denominaciones de origen para dar a conocer sus vinos y novedades a los profesionales del sector, pero esperamos que podamos volver pronto a la normalidad”.

Más información en celialuchana@gmail.com.