VUELVE EL GRAN CLÁSICO

08/09/2021

Zalacaín el mítico restaurante madrileño, pionero en España en alzarse con tres estrellas Michelin, reabre sus puertas para afrontar una nueva era.

Muy pocos restaurantes en España y en el mundo pueden enorgullecerse de contar con una trayectoria tan relevante como la de Zalacaín. Templo gastronómico por excelencia, sinónimo de una experiencia gastronómica única y punto de encuentro de personalidades de todos los ámbitos desde su fundación hace casi cincuenta años, Zalacaín reabre hoy sus puertas tras unos meses cerrado para recuperar lo mejor de su esencia y apostar en firme por reconquistar el lugar que le pertenece en el territorio de los grandes restaurantes a nivel internacional.

Debiendo su nombre al protagonista de la novela “Zalacaín el Aventurero” de Pío Baroja, sus mesas han acogido a decenas de mandatarios internacionales, miembros de la realeza y aristócratas, literatos y artistas de prestigio y también los empresarios españoles más destacados. Las salas y salones privados de Zalacaín - los cuales reciben los nombres de Rosita, Linda y Catalina por las tres mujeres que marcaron la vida del protagonista de la novela de Baroja- han presenciado incontables almuerzos y cenas de personalidades tan dispares como Salvador Dalí, uno de los comensales más fieles, los Rolling Stones o Mario Vargas Llosa, por mencionar algunos.

 

Nueva etapa

Al frente de esta nueva etapa de Zalacaín está la experta gestión del grupo hostelero Urrechu, con el empresario Manuel Marrón y el cocinero Íñigo Urrechu como socios principales y asumiendo el segundo la dirección gastronómica de todos los restaurantes del grupo. Así, Urrechu dirige ahora a un equipo en Zalacaín en el que permanece la mayor parte de la plantilla que ha trabajado tanto en sala como en cocina en los últimos años en el restaurante, incluyendo a Jorge Losa como jefe de cocina, a Roberto Jiménez como maitre y a Raúl Revilla como sumiller.

En palabras de Iñigo Urrechu, director gastronómico de Grupo Urrechu, “Zalacaín forma parte de la historia de la gastronomía española en general y de la historia de Madrid en particular. Por su sala han pasado los personajes más representativos de la vida social, cultural y política de España a lo largo de diversas décadas. Ahora tenemos la oportunidad de devolverle todo su esplendor y de seguir haciendo historia gracias, en parte, a que podemos contar con la plantilla del restaurante. Este es un equipo de grandes profesionales que, sin duda, pondrán lo mejor de sí mismos para que, entre todos, podamos conseguir logros aún más brillantes si cabe con este ilusionante proyecto”.

El presente y el futuro de un templo gastronómico

En este nuevo capítulo en su historia, Zalacaín incluye una carta en la que permanecen o regresan una selección de sus platos más emblemáticos como son el mítico Búcaro “Don Pío” (consomé gelée, salmón ahumado, huevo de codorniz y caviar), el tartar de lubina con crema helada de aceite de oliva y eneldo; el bacalao Tellagorri; el Wellington de centro de solomillo, crema de granadas y salsa de cinco pimientas o el Canelón de ternera y pato con ensalada cítrica. No obstante, la carta se reserva espacio para algunas novedades como son los Callos de Jorge Losa, una receta con la que el jefe de cocina de Zalacaín ganó el campeonato mundial de callos el pasado mes de mayo.

Para el momento dulce, la carta de postres también incluye algunos clásicos que harán las delicias de los paladares más exigentes como son la Galleta especiada, manzana asada y crema helada de miel o la Tarta de queso, cremosa y ahumada, con su helado Intxaursaltsa y membrillo.

Además, en esta nueva andadura también está disponible un menú que conforma un auténtico recorrido gastronómico por la carta de Zalacaín con tres aperitivos y ocho pases (siete platos y un postre), ideal para embarcarse en un viaje por la historia y presente del restaurante. El precio de este Recorrido Gastronómico es de 120€ por persona (vinos no incluidos).

En resumen, el nuevo equipo gestor de Zalacaín ha querido preservar todo lo que hacía de esta casa un lugar único y punto de peregrinación no solo de gastrónomos, sino de todas aquellas personas que aman la gastronomía y que disfrutan dejándose llevar por una cocina bien ejecutada con un producto de máxima calidad en lo que es una experiencia inolvidable.