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ESPAÑA ES MUCHO MUNDO: CANTABRIA SALVAJE

17/02/2022

De antigua mina de hierro a cielo abierto a convertirse en el lugar de Europa que más especies animales congrega de todo el mundo.

Tantas, que desde Madagascar están a punto de llegar lemures por primera vez. Y es que el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria, no tiene nada que envidiar a los safaris que podemos encontrar en Tanzania o cualquier otro país del continente africano. Con todos los respetos, eso sí. Su origen se remonta ni más ni a menos que a los romanos, que descubrieron la riqueza en hierro de estas tierras y su gran calidad mineral, lo que propició un movimiento de explotación, sobre todo en su ladera sur, dibujando un peculiar paisaje que hoy confiere esa distribución tan particular del zoo.

Porque sí, el Parque Natural de Cabárceno es un zoo aunque no en el sentido al que estamos habituados. Si bien es cierto que se trata de un lugar donde poder ver animales, también lo es que no se encuentran enjaulados sino campando a sus anchas entre las 750 hectáreas que conforman el conglomerado del parque. Más de 200 animales de unas 120 especies diferentes conviven en un hábitat lo más parecido a la naturaleza salvaje en la que se desarrollarían sus vidas. Un recorrido trazado que puede realizarse caminando, en bicicleta o por supuesto en coche, nos permite sentirnos en consonancia con los animales, gracias también al maravilloso paisaje donde se enclava, en el valle de Pisueña, a tan solo 15 kilómetros de Santander, la capital cántabra.

 

 

CON MÁS DE 30 AÑOS DE HISTORIA

Cabárceno celebró su 30 aniversario en 2020, y a lo largo de todos estos años, han nacido aquí alrededor de 3.000 animales: vive la mayor comunidad de elefante africano fuera de África, es pionero en programas de reproducción de especies en cautividad y, entre las terapias que trabajan, es conocido por la de los leones marinos con niños que sufren autismo.

Su creación llegó con el antiguo presidente de Cantabria Juan Hormaechea, quien decidió dar una segunda vida a las antiguas y abandonadas minas. Ahora los caminos, túneles y vías que llevaban de una zona a otra de la mina están perfectamente remodelados para que se pueda pasear y para que los vehículos puedan circular. Se buscó crear un ambiente lo más natural posible para que los animales vivieran cómodos en un entorno similar a su hábitat original. A excepción de la comida, que les es proporcionada, el resto de su día a día es el mismo que tendrían en una situación de libertad total. De hecho, recintos como los de los osos o los gorilas no tienen nada que envidiar a los de sus hermanos africanos en la sabana.

 

UN VIAJE ÚNICO

El recorrido por el interior del parque discurre a lo largo de más de 20 kilómetros de empinados y serpenteantes senderos. Desfiladeros, lagos, figuras rocosas, un telecabina, pero también cebras, adax, jirafas, elefantes, bisontes, camellos, gorilas, hienas, jaguar, hipopótamos, rinocerontes y su famoso reptilario son solo algunas de las atracciones que podemos encontrarnos en este viaje único que supone el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Para facilitar la visita, hay diferentes puntos de estacionamiento de automóviles a lo largo de todo el recorrido, que permiten bajarse del coche y acceder a pie a algunos de los puntos más bonitos. Por eso es recomendable realizarlo en nuestro vehículo, por una cuestión de comodidad y accesibilidad, pues puede llevar todo el día hacerlo a pie.

Entre las curiosidades encontramos la historia de Pepe, el primer elefante africano criado a biberón tras ser rechazado por su madre al nacer, y fue aquí en Cabárceno, con botella de 2,5 litros, cada tres horas, noche y día. Después vendría Cristina, que ya tiene 11 años. O la de Aragón, el oso que la Guardia Civil encontró en el maletero de un coche durante un control rutinario y que ahora vive integrado con el resto. Y por supuesto la pitón Juanito, uno de los primeros habitantes del parque que murió en 1997 con 32 años y que era un miembro más de la familia.

La visita en coche puede llevar fácilmente una mañana entera, si se quiere disfrutar (y se quiere), de todas las maravillas que ofrece el parque. Por ejemplo, bajar en la zona de Fauna Ibérica y disfrutar de los animales sueltos, entre nosotros, sin ninguna valla que nos separe es una sensación única. Las exhibiciones de aves rapaces en vuelo son espectaculares, pues podemos ver en directo águilas, halcones o buitres. Y como de pájaros va la cosa, se puede dar un paseo como ellos pero desde la telecabina, así nos haremos una idea de cómo es el parque y algunos de sus recintos. Animales y humanos, paisaje y naturaleza, todo el Parque de la Naturaleza de Cabárceno es una experiencia en sí mismo, para todas las especies que viven o están de paso aunque sea unas horas.

Descubre este y otros destinos para escaparte esta primavera en España es mucho mundo.