24/06/2021
Lo de Asturias, paraíso natural, puede sonar manido, pero hace tal honor a la verdad que no por clásico hay que dejar de decirlo. Y es que el Principado se merecería un verde propio en la escala cromática de Pantone. Porque el estallido de naturaleza es espectacular y su belleza, inalcanzable a la vista y a los sentidos. Por eso, no hay mejor lugar para desconectar del mundanal ruido que en la villa termal de Las Caldas, a menos de diez kilómetros de Oviedo y donde la paz cobra un sentido literal.
La historia está directamente ligada al balneario de Caldas, diseñado en 1776 por Ventura Rodríguez, uno de los grandes arquitectos del barroco español. Fue construido para ofrecer diferentes tratamientos de índole reumática, gracias a sus aguas mineromedicinales y termales, ricas en carbonatos, oligoelementos y cuyo caudal sale a una temperatura de 40 grados centígrados.
Durante el siglo XIX vivió sus mejores años, y se dice que entre sus habituales se encontraban personajes tan distinguidos como la regente María Cristina. Considerado el primer balneario español, se hizo su propio espacio en el panorama de los grandes balnearios europeos, y espacios como el Salón de los Espejos dan fe del esplendor que tuvo y gozó merecidamente este alojamiento. Pero a partir del primer tercio del pasado siglo, comenzó un declive progresivo hasta que cerró sus puertas en 2004.
Viviendo una segunda juventud
El cuidado de la salud, que antaño parecía un lujo al alcance de unos pocos, ahora es un bien preciado al que se puede acceder, y el turismo relacionado con ella vuelve a estar en auge. Reabrió completamente rehabilitado y con modernas instalaciones hace una década y, de nuevo, se acaba de someter a una completa renovación para que visitar y alojarse en el magnífico Las Caldas Villa Termal Wellness Clinic Resort sea una experiencia contemporánea con esencia histórica.
El complejo cuenta con dos hoteles, uno de 5 estrellas ubicado en el señorial edificio original, y otro de 4 estrellas, Hotel Las Caldas Spa & Sport, con un diseño más minimalista pero igual de cálido y confortable.
En total, 40.000 metros cuadrados diseñados para el total confort de los huéspedes. Un lugar único donde alojarse, relajarse y practicar deporte en un aura de bienestar absoluto, perfecto para cultivar cuerpo y mente. De eso se encargan su magnífico servicio y su variedad de tratamientos wellness y de salud.
El balneario integra diferentes instalaciones, diferenciadas en tres zonas: el Manantial, de acceso privado (previa reserva) –con su preciosa cueva de la que brotan las aguas mineromedicinales y termales, sus piscinas de contraste, circuitos, jacuzzi y Sala de Columnas– y el área de Wellness & Beauty, con 25 cabinas para realizar los diferentes tratamientos que se ofrecen. También está el centro termal Aquaxana, el más moderno y también con distintas instalaciones, que incluye piscinas por supuesto, rincones de relax y hasta solariums. Su cúpula, una réplica a escala del Panteón de Roma, es el lugar perfecto para dejarse llevar por la calidez de las aguas.
Una apuesta saludable
En una clara apuesta por la ecología, los alimentos que pueden coger de su huerta no los compran, de forma que todo se mantiene en esa filosofía saludable y sostenible que respeta la naturaleza colindante. Tienen unidad de medicina, de hecho, acuden deportistas de élite a valoraciones y cuidados, y entre sus múltiples programas los hay détox, adelgazamiento, holísticos o fitness.
El complejo abarca siete edificios unidos, que constituyen una muestra única de la arquitectura balneario desde los siglos XVIII hasta el actual, y combina dos ambientes, clásico y moderno, totalmente diferenciados y perfectamente integrados a la vez.
El cinco estrellas Gran Hotel Las Caldas Wellness Clinic consta de 79 habitaciones, con acceso directo a la zona de aguas privada del Manantial (la antigua capilla ha sido reconvertida en zona de aguas), mientras que en el de cuatro estrellas son 77 las habitaciones.
Por ejemplo, el desayuno del hotel de cinco estrellas se sirve en el Salón de Baile, un lugar mágico que mantiene toda la esencia de su historia. La que todavía puede observarse. Suites, camas con dosel y hasta helipuerto hacen de este alojamiento exclusivo una delicia para los sentidos, sabiendo además que se está en buenas manos en cuanto a cuidados se refiere.
Más vida alrededor
Pero como no solo de baños vive el hombre, aunque es fácil acostumbrarse, el entorno ofrece suficientes atractivos como para hacer visitas entre tratamiento y masaje. El Castillo de Priorio es una fortaleza de leyenda del siglo XIX situada en una colina sobre el valle del Nalón. Las Cueva de las Caldas es un espacio protegido que apenas cuenta con 600 metros de profundidad y está considerado como uno de los más importantes yacimientos del paleolítico, además de dar cobijo a una colonia de murciélagos, especie amenazada.
Fuso de la Reina es un paraíso para senderistas y ciclistas, que recorren un antiguo trazado de ferrocarril de más de 25 kilómetros, habiendo que pasar ocho túneles y tres puentes. Y por supuesto Santa María del Naranco, a apenas siete kilómetros del Gran Hotel Las Caldas Wellness Clinic, antiguo palacio que mandó construir el rey Ramiro I en el año 842 y que supone una maravilla del prerrománico, conservada en perfectas condiciones y en la que a nadie extrañaría ver acercarse a un grupo de jinetes con armaduras y escudos. Porque como se decía al principio, Asturias es, en sí misma y toda ella, un paraíso natural.
Descubre este y otros destinos para escaparte esta primavera en España es mucho mundo.