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ESPAÑA ES MUCHO MUNDO: TIERRA, MAR Y AIRE

18/02/2022

“Y en las tierras de la isla empezaron a soplar ardientes vientos del Sahara, haciendo que desapareciera la vegetación y transformándolo todo en desierto. Según la maldición de Laurinaga, Fuerteventura acabará por desaparecer”.

La leyenda que acecha Fuerteventura desde el siglo XV ha pasado de generación en generación, y habla de una madre indígena que maldice al padre de su hijo que lo mata sin saber que era suyo. Su dolor fue tal, que invocó a los dioses guanches para maldecir la isla. Verdad o no, lo cierto es que Fuerteventura, la segunda isla más grande del archipiélago canario, es agreste y salvaje, de tierras desérticas y aguas vírgenes, y aunque en apariencia parece un lugar inhóspito, la realidad es que esconde secretos maravillosos en forma de pueblos, gastronomía, playas, rincones y alguna casa abandonada que otra.

Los elementos que definen la naturaleza se dan cita en Fuerteventura, que es un compendio perfecto de tierra, mar, aire y fuego. De origen volcánico, como todas las Islas Canarias, su orografía se ve salpicada por cráteres que recuerdan que el fuego corre por sus entrañas. Y es ese paisaje su mejor carta de presentación. Sinuoso, dorado, de tierras que cambian de color mientras el viento parece querer empujarla para que surque el azul mar que la rodea. A modo de velero ingobernable, Fuerteventura permanece inalterable al paso del tiempo, ofreciendo un sinfín de posibilidades a todos los que creen que el paraíso no existe o está lejos.

 

TRAS LOS PASOS DE MIGUEL DE UNAMUNO

Ni el propio Unamuno pudo resistirse a sus encantos, y en 1924 pasó cuatro meses de destierro, donde se dejó seducir por los encantos de la isla. Aterrizó en Puerto del Rosario, capital y parada obligatoria, y hoy su Casa Museo es visita ineludible si uno decide perderse por las calles de la pequeña localidad. Practicar el nudismo, montar en camello, disfrutar de sus playas… El escritor dejó constancia de su tiempo allí en algunos de sus versos más hermosos. Para él, fue algo casi espiritual y que le dio fuerzas.

Así que lo mejor es conocer de cerca qué ofrece Fuerteventura y sacar nuestras propias conclusiones. Y para ello vamos a perdernos. Primero en algunas de sus playas. Lo mejor es empezar por las Dunas de Corralejo, un pequeño desierto situado en el municipio de La Oliva. Se trata de una zona protegida atravesada por una única carretera que se llena de arena y que cuenta con el paisaje desértico a un lado, y esas dunas a pie de una extensa playa, a otro. No encontrarás bares ni chiringuitos, solo arena, sol, mar y tranquilidad.Al sur tenemos la península de Jandía, un entorno natural que acoge playas espectaculares. En su entorno se encuentra el Parque Natural de Jandía que muestra zonas de desierto, de lagunas y de playas. La playa de Sotavento es otra de las más bonitas y salvajes. Es un arenal ideal para disfrutar de un día playero, practicar deportes acuáticos o pescar. En esta playa se han realizado numerosas competiciones de surf, ya que presenta las condiciones idóneas para la práctica de esta actividad. El mejor lugar para ver esta línea de costa, que se divide en La Barca, Risco del Paso, Mirador, Malnombre y Los Canarios, es el mirador de Sotavento.

 

DE PLAYAS, PUEBLOS Y PESCADO

La playa del Matorral está situada en la población Morro Jable y aunque es una de las más turísticas, en sus tres kilómetros de arena fina hay espacio para todo, para relajarse y para gozar del ambiente de sus chiringuitos, hamacas y oferta para practicar deportes náuticos. La preciosa playa de la Concha, cuya forma lógicamente coincide con su nombre, está situada en el noroeste junto al pueblo de El Cotillo. Es una ensenada de aguas tranquilas y turquesas que además, al estar cerca de este por cierto precioso pueblo, permite disfrutar del mar y la gastronomía, probando uno de los pescado más frescos de la isla en La vaca azul.

Pero no podemos olvidarnos, y hablamos al final de ella para no hacer sombra al resto, de la playa de Cofete. Es espectacular, salvaje, única, solitaria, enorme, tan difícil de llegar que debe hacerse con un todoterreno y por supuesto no hay nada cerca. Solo la Casa Winter, otro reclamo de Fuerteventura y que también tiene su historia, pues se dice que fue levantada por un espía alemán que tenía avionetas, pasadizos y por la que pasó algún nazi que otro. Visitable y con derecho a montarse uno las películas que quiera.

El pueblo de Cofete presume de ser bonito y tener la mejor sopa de pescado de la isla. En concreto en El tenderete, en Puertito de la Cruz, por supuesto, donde Vicente y su hijo deleitan a los comensales. Recomendable reservar y después de un día en la playa, pasar por aquí en el (largo) trayecto de vuelta, a dejar que nuestro paladar disfrute. No hay lujos, salvo el de a gastronomía más típica, local y deliciosa de Fuerteventura. Casi nada.

Betancuria es otra visita obligada. Se trata de la ciudad que fuera primera capital de toda Canarias y donde, como dicen los locales, “desde los balcones de madera de sus casas coloniales, siempre es primavera”. Al tratarse de uno de los seis términos municipales donde se produce el famoso y autóctono queso majorero, hay que dejarse caer por algunas de sus tascas o tiendas y morir de gusto.

 

EL PARAÍSO DE LOS DEPORTES

Algunos de los mejores surfistas del mundo no dudan en visitar Fuerteventura para vivir la experiencia de sus salvajes playas y el fuerte viento que las caracteriza. De hecho, es uno de los lugares elegidos para todos aquellos que quieren iniciarse en la práctica de estos deportes. Surf, windsurf, kitesurf, vela son solo algunas de las posibilidades. No podemos olvidar el submarinismo, pues el fondo marino es una maravilla, y la cercana Isla de Lobos cuenta con pecios hundidos, volcanes submarinos y flora y fauna únicas.

Los amantes del ciclismo encuentran en sus carreteras un perfecto entrenamiento al que se une el paisaje. Y si lo tuyo son competiciones como el triatlón o maratones, existen multitud de ofertas y pruebas deportivas durante todo el año, gracias a la generosa climatología y las virtudes naturales de la isla. Lo dicho. Por tierra, mar o aire, Fuerteventura no defrauda a nadie y ofrece posibilidades para todos los gustos.

Descubre este y otros destinos para escaparte esta primavera en España es mucho mundo.